miércoles, 23 octubre, 2024
InicioSociedadDía de la Virgen de Fátima: por qué se conmemora y la...

Día de la Virgen de Fátima: por qué se conmemora y la oración para casos desesperados y urgentes

Conocé la historia de la aparición de la Virgen María en un pequeño pueblo de Portugal y los milagros por los que quienes la vieron fueron proclamados santos por el Papa Francisco.

Virgen de Fátima (Foto: EFE)

Virgen de Fátima (Foto: EFE)

Este lunes 13 de mayo, la Iglesia Católica conmemora el Día de la Virgen de Fátima. En 1917, tres pequeños pastores de un pueblo en Portugal, aseguraron haber visto una aparición de la Virgen María. Los chicos llamados Lucía, Francisco y Jacinta, dijeron que la Santa Madre les dio un mensaje de amor, paz y arrepentimiento.

El Papa Francisco proclamó como santos dos de los niños pastores, Francisco Marto y su hermana Jacinta, en el santuario portugués de Fátima, donde se les habría aparecido la Virgen hace más de cien años, en una misa frente a cientos de miles de fieles.

Leé también: En el aniversario de la muerte del padre Mugica, el Papa pidió terminar con la grieta y acompañar a los pobres

El “milagro” necesario para que sean canonizados no ocurrió en Portugal, sino en Brasil, donde se les atribuyó la curación milagrosa de un nene en 2013. Entonces el pequeño Lucas Batista, que tenía 5 años, se cayó por una ventana desde una altura de más de seis metros y sufrió un grave traumatismo cráneo , recordó su padre, Joao.

Fue transferido desde su pueblo de Juranda al hospital de Campo Mourao, en el estado de Paraná, “donde llegó con un coma muy grave y sufrió dos paros cardíacos antes de ser operado de urgencia”, explicó.

“Los médicos le daban pocas posibilidades de sobrevivir”, señaló su padre. Tras contactar con una comunidad de Carmelitas, la familia del niño, ya “muy devota” de Nuestra Señora de Fátima, comenzó a invocar a los pastorcitos.

Joao Batista y su esposa Lucila Yurie, los padres de Lucas.

Joao Batista y su esposa Lucila Yurie, los padres de Lucas.

“Dos días más tarde, Lucas se despertó. Se encontraba bien y comenzó a hablar”, aseguró Batista. El niño abandonó el hospital 12 días después del accidente. “Se recuperó totalmente, sin secuelas”, aseguró su padre, al agregar que “los médicos, incluidos no creyentes, no pudieron explicar esta recuperación”.

“Agradecemos a Dios por la sanación de Lucas y sabemos, con toda la fe de nuestro corazón, que fue obtenida gracias al milagro obrado por los pequeños pastores Francisco y Jacinta”, dijo Joao, muy emocionado, desde el santuario de Fátima donde fue a esperar al Papa Francisco.

Los dos niños murieron por la “gripe española” en 1919 y 1920, a la edad de 10 y 9 años respectivamente, y fueron beatificados por el papa Juan Pablo II en Fátima, el 13 de mayo de 2000. En tanto su prima Lucia dos Santos, la mayor de los tres pastorcitos, se hizo monja y vivió hasta los 97 años.

Francisco ante las tumbas de los pastorcitos.

Francisco ante las tumbas de los pastorcitos.

Oración a la Virgen de Fátima para casos desesperados y urgentes

Oh Nuestra Señora de Fátima, dulcísima Virgen María, venerada y aclamada en todo el mundo, que nos dejaste tus mensajes de paz y salvación, y nos pediste que fuéramos fieles a los mandatos divinos, ayúdanos a ser mejores, a tener más fe, más esperanza y caridad, y, sobre todo, a llegar al conocimiento y amor de Jesucristo.

Reina del Rosario y Madre Clemente, dulce refugio nuestro, estoy ante ti, Virgen mía, porque no te olvido, estoy aquí Madre, porque quiero tenerte presente en mi vida y acudo a tu amantísimo Corazón lleno de compasión para que me consigas el alivio para mis necesidades.

Tú que a través de tu Sagrada Imagen derramas tus misericordias maternales, tus favores y gracias, a favor de todos los afligidos, doloridos y enfermos

y de los que suplicamos por los pesares de nuestras vidas; Tú que siempre tienes el oído bien dispuesto para escucharnos y, con tu tierna mirada, nos iluminas y allanas nuestros caminos, ven a nosotros y llena nuestras vidas de beneficios.

Hoy te quiero pedir que me acompañes con tu fuerza y tu poder, me asistas con tu noble y sencillo corazón lleno de amor y me bendigas con tus manos siempre abiertas a dar. En especial yo acudo a ti, Virgen milagrosísima de Fátima porque confío plenamente en tus muchas bondades, pues tú eres la gran esperanza de los apenados, el consuelo de los que padecen y el puerto seguro de todos, y por ello lanzo mi mirada al Cielo y te invoco con humildad te llamo con total convencimiento porque necesito tu ayuda.

Yo, señora mía, me inclino con afecto ante ti y pido tu patrocinio; como sabes tengo una esperanza plena y sin límites en la bondad, clemencia y misericordia del Todopoderoso, y la certeza que si tú, Madre admirable, eres mi intercesora ante Él mis súplicas llegarán a tu amado hijo Jesús, y de él pasarán al Padre y así podré conseguir lo que ahora desesperadamente preciso para salir de mis graves necesidades y urgentes problemas.

Ante ti pongo todas mis preocupaciones, mis amarguras, y te ruego, te suplico, con todo el fervor de mi corazón que obtengas para mí las gracias que te pido y que sé que Tú te dignaras presentarlas en las Alturas para que en breve reciba el auxilio Divino que solicito y que es: (el pedido urgente a la Virgen)

Oh dulcísima Santa Madre de Dios, Reina del mundo, oh blanca y peregrina Señora del Rosario, Virgen incomparable, universal mediadora entre Dios y nosotros, puerta del Cielo, yo, sabiendo que tu consigues de Él lo que solicitas, te ruego me ayudes en mis desesperadas peticiones, oh Virgen llena de alabanza, Virgen poderosa, clemente y fiel, yo me abandono en tus amorosos brazos, recíbeme, como hijo-a, en tu maternal regazo, ilumíname, acompáñame y no me desampares ahora y nunca.

Madre llena nuestras vidas, nuestros hogares, de aquello que nos sea útil para la vida presente y para la vida eterna, y haz que sepamos comprender y aplicar a nuestras vidas tu bendito mensaje de amor, de paz y de misericordia, que lo abracemos y que lo practiquemos siempre con fervor; y así sea Tu Corazón nuestro refugio, nuestra seguridad, que sea nuestro consuelo y el sendero que nos conduzca al amor y a la unión con tu muy amado Hijo Jesús.

Así sea.

Más Noticias