ROSARIO.-En medio de una situación crítica en el sistema penitenciario, por la superpoblación carcelaria, que lleva a que haya mayor cantidad de detenidos en comisarías, se escaparon este lunes a la madrugada once reclusos del penal de la seccional N°5 de Rosario, tras romper unas rejas que se encontraban en el techo del patio del edificio.
Una muestra de la crisis en el sector penitenciario es que en la comisaría donde se evadieron los presos había hasta esta madrugada unos 70 detenidos, en un lugar que tiene capacidad para 24 personas. Desde el inicio de esta nueva gestión provincial, en diciembre pasado, comenzaron a trasladar presos de las seccionales policiales hacia las penitenciarias. Sin embargo, la cantidad de personas que sigue alojada en las comisarías es alta, a causa de que aumentó la cantidad de operativos policiales y de fuerzas federales.
Según publicó LA NACION en enero pasado, en Santa Fe hay 9087 internos que están en los penales de la provincia y unos 1500 presos alojados en comisarías. A principios de abril el gobierno provincial inició la licitación para ampliar la capacidad en el Complejo Penitenciario Rosario. Se van a construir cuatro pabellones con capacidad para 320 reclusos. Esa obra, que tiene un costo estimado de 7700 millones de pesos, está previsto que esté terminada en menos de un año.
La fuga de los presos ocurrió este lunes a la madrugada en una seccional que está ubicada en el macrocentro de Rosario, en Italia y Riobamba. Lo más llamativo y hasta desopilante de esta situación fue que los funcionarios policiales a cargo de esa comisaría se enteraron de que se habían fugado los presos, porque uno de ellos se presentó con su madre en la seccional para entregarse, según confirmó el jefe de la Policía de Rosario, Daniel Acosta.
“Un evadido se presentó con la mamá. Eso fue cuando el personal hacía el conteo (de detenidos). Sabemos que hay barrotes cortados en el techo del penal”, señaló el titular de la Unidad Regional II a Radio 2 de Rosario, que agregó: “En estos momentos, las unidades de calle tienen la información y están la búsqueda para recapturar a los evadidos”.
Para los vecinos de la zona es un clásico que se escapen presos de esa seccional. En 2017 se escaparon diez internos de la misma manera que este lunes, tras limar los barrotes de las rejas que cubren el patio.
Los que viven en ese barrio no solo padecen que, cada tanto, circulen presos fugados por la zona, sino también el abandono de esa comisaría. En la actualidad, cubiertos por las hojas que caen de los fresnos, hay una decena de autos incautados estacionados en la cuadra.
En diciembre pasado se escaparon 25 presos que estaban alojados en la comisaría 21° de la zona sur de Rosario, situada en Arijón al 2300. En esa oportunidad, los internos rompieron una puerta trasera de la dependencia policial y se fugaron por el techo.
Entre los prófugos estaba Nahuel José Meza, de 31 años, quien fue imputado por el fiscal Luis Schiappapietra de ser uno de los delincuentes que el 7 de diciembre pasado persiguió a la salida de un cajero automático a Elías Leonardo Vázquez, de 28, quien terminó muerto tras el asalto.
La comisaría en la que se registró esa fuga tiene capacidad para 16 presos, pero había 48 personas alojadas en el momento en el que se produjo la fuga. En las sedes policiales de Rosario están detenidas personas que cumplen prisión preventiva por distintas causas penales.
Luego de esta fuga de presos, el gobierno de Maximiliano Pullaro inició un plan para trasladar a los detenidos de las secciones, con un argumento que expuso el ministro de Seguridad, Pablo Coccoccioni: “Los policías deben estar en la calle y no cuidando presos”.