lunes, 25 noviembre, 2024
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La catarsis de Diego Martínez: por qué explotó el técnico de Boca tras eliminar a Talleres de la Copa Argentina

La imagen del final es una muestra gratis de la presión que Diego Martínez siente sobre sus espaldas. Las rodillas contra el piso, las manos en la cabeza con si estuviera rezando. Un instante después, se reincorpora, agita los brazos con gesto triunfal y se abraza con un colaborador. “Me mareé”, dirá un rato más tarde en la conferencia de prensa. Lo cierto es que el técnico, por más que el propio Raúl Cascini se haya encargado de desmentir una posible salida tras el duelo de la Copa Argentina, se jugaba todo ante Talleres. Y sobrevivió gracias a una increíble serie de penales.

Los rumores se habían empezado a esparcir en la previa. Y se sabe, cuando el río suena en la Bombonera, no sólo agua del Riachuelo lleva. También, versiones que nacen desde el círculo íntimo del Consejo de Fútbol y se propagan por los canales oficiales. Sucedió con Miguel Angel Russo, Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra y Jorge Almirón. También ocurre con Martínez, que debe revalidar su ciclo en cada partido.

El propio entrenador lo sabe. Por en la madrugada de ayer, antes de subirse al avión con destino a Buenos Aires y en la zona mixta del estadio Mundialista de Mendoza, disparó: “Lo que se cuestiona es normal porque estamos en el club más grande del fútbol argentino. Entonces, si querés estar acá, tenés que entender cómo son un montón de cosas”.

Entre ellas, la exigencia de ganar campeonatos. Eliminado de la Sudamericana en octavos de final, a 6 puntos del líder Vélez y con muchos desniveles –especialmente de visitante-, Martínez está en el foco de las miradas. Por eso en la charla con la prensa se mostró más enérgico que de costumbre. «Ojalá este haya sido un partido bisagra. Lo que me quedó es que durante noventa minutos hubo una propuesta superadora contra un enorme adversario. Pareciera que era nuestra obligación, lógicamente representamos a Boca, pero enfrentamos a un rival con grandes futbolistas y un gran entrenador a los que les costó neutralizar nuestro juego», enfatizó.

Y siguió: «Lo único que le dije a los jugadores en la charla, antes de los penales, es que todas las finales merecimos ganarlas. Y tuvimos muchas durante estos nueve meses que estamos juntos. A mí lo que me enseñaron es que cuando las cosas no salen, hay que seguir intentándolas. Y este grupo, más allá de cualquier pavada que se diga desde afuera, lo sigue intentando. Lo merecimos ganar en los noventa minutos. Le dije a Pol (Fernández) en el vestuario que no debimos sufrir tanto. Por eso la sensación que uno vivió después. El fútbol, al final, es como una vez me dijo (Gabriel) Heinze: el laburo garpa».

Martínez citó a un entrenador que respeta y también, se refirió a “finales” que tienen que ver con los mano a mano de la Copa de la Liga, la Sudamericana y la Copa Argentina. Dos de los objetivos terminaron en fracaso. Todavía tiene hilo en el carretel. Su contrato vence en diciembre de 2025. Claro que todo dependerá de los resultados.

En ese sentido, Cascini salió al cruce del ruido que hubo antes del partido. “Nosotros bancamos a Diego Martínez. Hoy no se jugaba el puesto”, manifestó uno de los integrantes del Consejo de Fútbol. Y agregó: “Nos faltaron los capitanes. Esta victoria vale doble”.

Martínez espera recuperar a Sergio Romero, Marcos Rojo y Edinson Cavani para esta seguidilla que tendrá a Racing y River como próximos rivales, nada menos. El técnico decidió darles 48 horas de descanso a los jugadores. El martes, cuando se reencuentren en el predio de Ezeiza, ya estarán disponibles el peruano Luis Advíncula y los uruguayos Miguel Merentiel y Marcelo Saracchi, afectados a sus selecciones que están disputando las Eliminatorias.

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