«El ajuste del Estado sigue, vamos a eliminar todos los organismos superfluos que creó el kirchnerismo para colocar militantes». Con esas palabras, un hombre del equipo del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, resumió uno de los objetivos que se planteó la administración de Javier Milei para los próximos meses.
Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, le viene explicando a los empresarios que la mejor forma de bajar impuestos es terminar con la burocracia estatal, que se lleva miles de millones de pesos anuales del Presupuesto.
Javier Milei elimina la Casa de la Moneda y empresa ferroviaria
El cierre de la empresa estatal Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF), con el que arrancó octubre, representará un ahorro de $42.000 millones anuales, según el Gobierno. Casi 1.400 personas fueron despedidas, aunque no está claro qué se hará con las indemnizaciones, que vienen representando un alto costo para el erario público, con montos sorprendentes en casos como los de la TV Pública.
La gestión libertaria dejó en claro que el «plan motosierra» contra las empresas públicas continúa. Sin ir más lejos, el vocero presidencial Manuel Adorni adelantó este martes que «va a haber cinco o seis más, en cualquier momento se viene el de la Casa de la Moneda».
Asimismo, agregó que la impresión de billetes (principal función de este último organismo), «se licitará» con empresas privadas.
«Vamos a terminar con todas las empresas estatales que no tienen funciones que justifiquen su existencia», ratificaron en la Casa Rosada. En la estatal recién cerrada había sueldo de jerárquicos que rondaban los 4 millones de pesos mensuales.
A esto se sumó un caso insólito: el Gobierno detectó que el Instituto Argentino del Transporte, un ente creado en 2014 por Cristina Kirchner, nunca funcionó ni emitió decisiones, a pesar de que involucraba a varios ministerios y tenía edificio propio. Fueron diez años de la nada misma, pero la cuenta la afrontaron los contribuyentes.
Federico Sturzenegger profundiza los despidos en organismos públicos
El trabajo que viene realizando Sturzenegger depara cada vez más sorpresas: hay numerosos organismos públicos que duplican sus tareas, y también el personal, muchos de los cuales provienen de la militancia kirchnerista, pero también de otros partidos políticos.
Entre los casos insólitos, la Secretaría de Transporte reveló que Trenes Argentinos Capital Humano tenía un enorme presupuesto para poner en valor obras de arte en estaciones de trenes que ni siquiera operaban. Un desquicio. Esto ocurría mientras los trenes carecen del mantenimiento adecuado en muchos casos.
Entre las anomalías verificadas, se detectaron áreas de género que contrataban personal que no prestaba tareas en el lugar, y pagaban sueldos. También la contratación de productoras audiovisuales por 80 millones de pesos en el 2023, cuando contaban con ese personal para hacerlo ellos mismos.
Transporte verificó además gastos superfluos en catering, que estaban muy lejos de una función propia del sistema ferroviario, y la contratación de artistas para hacer obras de teatro en estaciones ferroviarias.
Tal vez lo que mejor describa el descalabro sea el objetivo difuso de Trenes Argentinos Capital Humano: «Afianzar y enriquecer el desarrollo y transferencia del conocimiento y cultura ferroviaria en los recursos humanos y técnicos que componen el sistema ferroviario nacional». Mucha pompa para un servicio de trenes que muestra falencias por todos lados en perjuicio de los pasajeros.
Por su parte, el inoperante Instituto del Transporte había sido creado con un decreto, firmado en 2014 por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y su entonces ministro, Florencio Randazzo.
La fuerte movida con la que el Gobierno arrancó octubre respondería a la decisión de completar la eliminación de unos 70 mil empleos estatales en los próximos seis meses.
Existen más de una veintena de empresas públicas en la mira, la mayoría deficitarias crónicas, como Aerolíneas Argentinas.
Se estima que ya son unos 30 mil los estatales despedidos por el gobierno libertario. Habría otros 40 mil en la mira. En numerosos organismos se están verificando nombramientos que no tienen correlato alguno con la asistencia a los puestos de trabajo.
Uno de los objetivos centrales para los próximos meses será la privatización de empresas públicas, que tienen 100 mil empleados, la mayoría en planta permanente. Allí planea poner la lupa el gobierno. Se demostró con la investigación que reveló los «beneficios» que tenían los pilotos, cuyos familiares podían viajar gratis en aviones de Aerolíneas varias veces al año, y en clase ejecutiva.
Por su parte, la administración pública nacional, empresas y sociedades tiene casi 210.000 empleados.
El Gobierno está pidiendo además a las provincias para que colaboren con el objetivo de reducir empleos y dependencias superfluas, en el marco de la estrategia de reducir el gasto público.
Los gremios repudian el «plan Motosierra» del Gobierno
En la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) están en pie de guerra. El secretario general del sindicato, Rodolfo Aguiar, acusó al Gobierno de estar desmantelando políticas públicas vitales.
Mientras tanto, la Secretaría de Transporte sigue poniendo la lupa sobre el sistema ferroviario. Una de las empresas apuntadas es Operadora Ferroviaria, que tiene más de 23 mil empleados.
Otro foco de atención es Correo Argentino, que cuenta con casi 13 mil trabajadores.
En tanto, desde la Asociación Bancaria vienen alertando sobre un intento de privatizar parte del Banco Nación. Allí hay más de 17 mil empleados. En el gobierno hay sectores que preferirían la privatización total de la entidad, una intención que no pasó el filtro del Congreso.
Uno de los puntos más polémicos es el caso de Aerolíneas Argentinas, donde varios gremios vienen paralizando actividades y realizando asambleas que provocan serios trastornos para los pasajeros. La empresa tiene casi 11.500 empleados, muy por encima de la media de las aerolíneas privadas.
El Gobierno espera profundizar la estrategia de retiros voluntarios en todas estas empresas con el fin de ir reduciendo la planta de personal. Mientras tanto, aguarda que prosperen proyectos en el Congreso que declaran a Aerolíneas Argentinas como empresa sujeta a privatización por decreto.
Aunque el Correo, Nación y Aerolíneas fueron removidas, ambas empresas ya fueron apuntadas por el Ejecutivo nacional y en todas ellas se iniciaron procesos de retiros voluntarios. El gobierno apuesta fuertemente con la privatización de Aerolíneas Argentinas a partir de un proyecto del PRO y otro de la Coalición Cívica y anunció que la declara sujeta a privatización por decreto.
En la mira de Sturzenegger también se encuentra Intercargo, a cargo del movimiento de equipajes y rampas en los aeropuertos, que tiene unos 1.600 empleados y el Gobierno decidió quitarle la exclusividad operatoria.
¿Cuántos empleados públicos quedaron fuera del Gobierno desde que asumió Javier Milei?
En los primeros 6 meses de gestión, el Gobierno redujo la plantilla de empleados públicos en 28.138 personas.
Los empleados pasaron de ser 341.473 el último día de diciembre a 313.335 el último día de junio. Esto es una reducción del 8,2%.
La reducción se observa en todas las categorías de la estructura organizativa del Estado. La administración pública nacional experimentó una reducción de 18.540 empleados, pasando de 231.305 a 212.765 trabajadores.
El objetivo ahora es aplicar sintonía fina en los recortes para eliminar la superposición de tareas y reforzar el control de ausentismo, un mal de larga data en el Estado. Estas intenciones derivarán en nuevos cruces entre el gobierno de Milei y los gremios estatales, que buscan hacer causa común con sectores de la oposición, en especial los liderados por el kirchnerismo.