El caso de los 17 presos que se fugaron anoche en una alcaidía de la Policía de la Ciudad en Liniers, derivó en que la administración de Jorge Macri decidiera apartar al jefe y subjefe de la fuerza de seguridad porteña.
Se trata de la vez número 15 en lo que va del año que delincuentes se escapan de alguno de los centros de detención que tiene la ciudad de Buenos Aires y que se encuentran superpoblados a raíz de la decisión del Servicio Penitenciario Federal (SPF) de recibir un número menor de detenidos.
Minutos antes de que se conociera la decisión el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, se había reunido con el Ministro de Seguridad, Waldo Wolff y el Secretario de Seguridad, Ezequiel Daglio, para interiorizarse del operativo de recaptura de presos evadidos de la Alcaldía 9 de Liniers y evaluar responsabilidades y la toma de medidas en la conducción de la Policía de la Ciudad.
“A partir de lo sucedido en la Alcaidía 9, ubicada en la calle Gana al 400, en el barrio de Liniers, el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se reunió esta mañana con el Ministro de Seguridad, Waldo Wolff, para analizar la situación y tomar la decisión de remover la cúpula policial y del Director de Alcaidías”, se informó a través de un comunicado difundido por la administración porteña.
Según indicaron, se resolvió la remoción de la actual cúpula policial: el jefe y subjefe de la fuerza, Pablo Kisch y Jorge Azzolina, serán reemplazados por el Comisario generales, Diego Casaló y Carla Mangiameli respectivamente. La cúpula saliente había asumido en junio pasado.
“Además, se pusieron en marcha una serie de acciones y medidas tendientes a esclarecer este episodio. En este sentido, se está trabajando con el Fiscal General, Juan Bautista Mahiques, para realizar una investigación exhaustiva al interior de la fuerza para determinar responsabilidades. Asimismo, la División Unidad Táctica de Intervenciones en Alcaidías (DUTIA) está trabajando intensamente con requisas y profundizará los controles”, se informó.
Además, se explicó que los Ministerios de Seguridad de la Ciudad y de la Nación, a través de la Policía Federal, están trabajando mancomunadamente en la búsqueda de los evadidos.
Por su parte, Mahiques, encomendó a la fiscal Lorena San Marco investigar a la Policía de la Ciudad luego de la fuga de los 17 presos.
Hace un mes, 11 presos alojados en una alcaidía de la Policía de la Ciudad escaparon por los techos. El escándalo se repitió. Pero esta vez la fuga se produjo por medio de un agujero y fue protagonizada por 17 delincuentes detenidos en la Alcaldía 9, situada en el barrio porteño de Liniers.
Se trata de la décima quinta fuga de una dependencia de la Policía de la Ciudad durante el año. A principio de mes, el ministro de Seguridad, Waldo Wolff, echó al director de Alcaidías de la Policía de la Ciudad y al responsable civil del área.
La decisión de Wolff se tomó después de la fuga de 11 presos alojados en la Alcaidía 4Bis, situada en Barracas, y de que dos detenidos en la cárcel de Contraventores de la Ciudad de Nueva Pompeya se escaparan luego de forzar una reja.
Ahora, la nueva fuga ocurrió anoche en la dependencia situada en Gana al 400, en Liniers. “Tras la recaptura de uno de los detenidos, la Policía de la Ciudad se encuentra realizando tareas de investigación, desplegando brigadas y realizando un operativo cerrojo para dar con el resto de los evadidos”, informaron fuentes del Ministerio de Seguridad porteño.
Según los voceros consultados, de los 17 evadidos, 11 son argentinos y seis de nacionalidad chilena. “La mitad de los detenidos tiene domicilio en la provincia de Buenos Aires y cinco de ellos se encontraban cumpliendo una condena en dependencias de la Ciudad de Buenos Aires”, explicaron desde el Ministerio de Seguridad porteño.
Desde la cartera conducida por Wolff abrieron un sumario interno para deslindar las responsabilidades del personal que anoche estaba a cargo de la custodia de los presos que se escaparon.
Los presos evadidos fueron identificados por fuentes oficiales como David Roger Adaro, argentino y de 41 años; Matías Petrarca, argentino y de 25; Jorge Nahuel Alet, argentino y 33; Kevin Villalba, argentino y de 30; Axel Romero, argentino y de 21; Cristian Zavala Ramírez, chileno y de 28; Jorge Salina, argentino y de 24; Maximiliano Cordero, argentino y de 25; Nicolás Pavez Uribe, chileno y de 25; Rodrigo Meléndez Molina, chileno y de 21; Jonathan Espinoza Vilchez, chileno y de 39; Brian Maidana, argentino y de 25; Alfredo Serra Yoborny, argentino y de 31; Alan Riquelme, argentino y de 33; Brian Valdebenito, chileno y de 26; Agustín Franco, argentino y de 25, y Luis Leiva Galván, chileno y de 41.
La fuga de principios de mes de la cárcel de Contraventores de la Ciudad de Nueva Pompeya llamó la atención de los funcionarios porteños: alguien posibilitó que en el centro de contraventores, preparado para detener por un cortísimo periodo de tiempo a sancionados por faltas leves –lo que implica que las estructuras de control son menores que en las alcaidías–, hayan quedado alojadas personas que cometieron delitos más graves o pasibles de condenas más extensas, como, por ejemplo, delincuentes que se dedican al narcotráfico.
Voceros de Seguridad señalaron que las fugas de la alcaidía de Barracas y de la cárcel de contraventores se produjeron inmediatamente después de que se anunciara el histórico acuerdo entre la Ciudad y la Nación para el traspaso de los recursos del Servicio Penitenciario Federal dedicados al alojamiento y control de los privados de la libertad por delitos penales que están bajo la jurisdicción de la Justicia porteña o de la Justicia nacional con asiento en la Capital.
“Tomé la decisión de echar al responsable civil del Ministerio junto con el Director de Alcaidías de la Policía de la Ciudad más allá de la correspondiente investigación en curso. Desde el mes de mayo, cuando creamos la Dirección, logramos que no hubiera ninguna evasión desde las alcaidías. No obstante ello, tras el anuncio del traspaso del Servicio Penitenciario ocurrieron los dos hechos. El incremento de la población carcelaria en un 35% (de 1700 a 2300) y tener aún 320 condenados que no deberían estar bajo el cuidado de la Ciudad en lugares de alojamiento que no cumplen con las medidas de seguridad mínimas no son una excusa para impedir que los detenidos se escapen. Seguiremos siendo inflexibles con cada uno de los funcionarios, civiles y policiales, que no hagan su trabajo como corresponde”, suscribió Wolff en su cuenta personal de la red social X este domingo.
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