Brasil es un gran ejemplo para las naciones con mucho territorio y habitantes que no saben aprovecharlos.
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Si pensamos en crisis económicas devastadores que cambiaron para siempre el rumbo y la dirección de un país, suelen venirnos a la cabeza acasos nacionales como el la crisis de convertibilidad o el corralito. Sin embargo, esto no es único de Argentina, sino todo lo contrario.
Brasil, nuestro vecino y potencia latinoamericana, cuenta con un territorio inmenso, una enorme cantidad de habitantes y materia prima para ser una nación muy próspera. Sin embargo, hace mas de treinta años tuvieron que tomar una fuerte decisión para frenar la inflación.
Brasil
Antecedentes
Brasil vivió en la década de 1980 lo que se conoce como la “década perdida”. La inflación comenzó a escalar rápidamente como resultado de una combinación de factores: el fuerte endeudamiento externo, el déficit fiscal crónico y políticas económicas que no resultaban. La situación empeoró luego de reformas fallidas, como los planes Cruzado, Bresser y Collor, que intentaron controlar la inflación con congelamientos de precios y cambios de moneda, pero terminaron agravando el problema.
En 1993, la inflación mensual llegó a ser del 30%, un golpe devastador para la economía doméstica. En este contexto de urgencia, el gobierno del presidente Itamar Franco encomendó a su ministro de Hacienda, Fernando Henrique Cardoso, la tarea de diseñar una solución definitiva. Así nació el Plan Real.
Aplicación del Plan Real
El Plan Real fue puesto en marcha en 1994 y consistió en un grupo de medidas económicas estructurales que abordaba las causas profundas de la inflación. Entre las principales acciones del plan, se destacan:
- Creación de una nueva moneda: Se introdujo el Real (R$), que reemplazó al Cruzeiro real con una paridad inicial de uno a uno con el dólar estadounidense. Antes de la introducción del Real, se implementó una unidad de cuenta transitoria llamada Unidad Real de Valor (URV), para estabilizar precios y salarios de forma gradual.
- Disciplina fiscal: El plan exigió un ajuste en las cuentas públicas para reducir el déficit fiscal, clave para frenar la emisión descontrolada de dinero.
- Política monetaria restrictiva: Se establecieron altas tasas de interés para controlar la demanda interna y evitar presiones inflacionarias.
- Apertura comercial y privatizaciones: Se impulsó la apertura de mercados y la privatización de empresas estatales para aumentar la competitividad y reducir el peso del Estado en la economía.
El éxito del Plan Real fue inmediato. La inflación, que había superado el 2.000% en 1993, cayó al 22% en 1995 y continuó descendiendo en los años siguientes. La estabilidad de precios trajo consigo un crecimiento económico sostenido y una mejora en las condiciones de vida de la población.
La actualidad económica en Brasil
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A más de 30 años de su implementación, el Plan Real sigue siendo un pilar fundamental de la economía brasileña. Aunque el país ha atravesado crisis posteriores, como la recesión de 2015 y 2016 y las turbulencias políticas recientes, el control de la inflación se mantuvo y el Real sigue siendo la moneda oficial.
Fernando Henrique Cardoso, quien fue uno de los arquitectos del plan, cultivó su éxito político y fue elegido presidente en 1994 y reelecto en 1998. Bajo su mandato, Brasil reforzó las reformas económicas iniciadas por el plan.