Irlanda no detiene su marcha en la búsqueda de su tercer título consecutivo del Seis Naciones. Otra vez estuvo lejos del potencial del equipo que brilló en el 2023 y 2024, pero la inspiración de sus figuras y la experiencia de un plantel que se conoce de memoria, lo mantienen en la vanguardia del torneo. El 27-18 sobre la renovada Gales, en el imponente Principality Stadium de Cardiff, lo mantiene en lo más alto del Seis Naciones en la víspera de la “final” anticipada ante Francia, en dos semanas.
El encuentro en Cardiff tuvo la particularidad de que enfrentó a dos entrenadores interinos, aunque las realidades de ambos seleccionados son absolutamente opuestas. Simon Easterby se hizo cargo de Irlanda durante el primer semestre del 2025 en lugar de Andy Farrell, que se centrará en la gira de los British and Irish Lions por Australia en julio. De hecho, Eastbery ya formaba parte de la estructura del staff y desde noviembre seguirá secundando a Farrell de cara al Mundial 2027. Matt Sherratt asumió hace un puñado de días en un seleccionado en crisis. La derrota ante Italia, la 14° de manera consecutiva, desencadenó en la renuncia de un histórico como Warren Gatland. Heredó un equipo vapuleado y golpeado anímicamente en un país donde el rugby es religión.
En el verde césped no se advirtieron las diferencias entre el 2° equipo del mundo y el 12°. Entre el seleccionado que llegaba tras ganar 18 de sus últimos 20 partidos, contra el que acumulaba 14 derrotas consecutivas en su totalidad, la peor racha de su historia. El semblante del local fue otro. Se energizó en cada contacto y en cada tackle y se animó a jugar, sin complejos y con cambios tácticos que se diferenciaron con el staff anterior. El experimentado Gareth Anscombe, borrado por Gatland, volvió a vestir la 10 y le dio otra serenidad y otro volumen de juego al equipo, descomprimiendo la presión de Ben Thomas, que se lució como centro, su puesto natural.
Con una tercera línea omnipresente en toda la cancha, el dragón marcó el ritmo del primer tiempo y se fue al descanso arriba 13-10, con un try del capitán Jack Morgan. El bullicioso Principality Stadium volvió a despertar y a rugir después de varios años de un equipo que no logró engranar en la gente. Tom Rogers, otro de los jóvenes locales, hizo subir aún más la temperatura en el arranque de la segunda mitad, aumentando la ventaja con una pirueta pegado a la bandera.
Pero la reacción del campeón defensor no se hizo esperar. Con paciencia, se metió en el partido gracias a la puntería de Sam Prendergast, irregular en el juego, pero con la sangre fría para ejecutar con precisión en los momentos más calientes. El Trébol acomodó el scrum (en el primer tiempo sufrió cuatro penales en esa formación) y se lo llevó por el peso de sus figuras. Jamison Gibson-Park, otra vez elegido mejor jugador del partido, asistió a James Lowe, que le bajó un kick largo a Jamie Osborne en su try. El ingreso de Bundee Aki desde el banco volvió a ser decisivo. El neozelandés ingresó por la tarjeta roja de 20 minutos a Garry Ringrose e Irlanda creció en el punto de contacto y el combate.
Con orgullo y apoyado por su gente, Gales tuvo sus posibilidades para ganarlo. El debutante Ellis Mee quedó a centímetros de marcar sobre la bandera, pero los esfuerzos de Mack Hansen y Jamie Osborne le impidieron alcanzar la meta, en una acción revisada detalladamente por el TMO. El público aplaudió a un equipo que dejó otra imagen con respecto al ciclo anterior. El Dragón necesita aferrarse a algo para soñar con un futuro fructífero y esta tarde el plantel joven dio la cara ante una de las potencias del rugby mundial.
Irlanda festejó la Triple Corona, el trofeo que le entregan al seleccionado que gana todos sus partidos entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, los países que nutren a los British & Irish Lions. En ninguna de las primeras tres fechas brilló, pero su experiencia le alcanzó para ser superior a sus rivales. Después de la semana libre tendrá su desafío más arduo: recibirá a Francia, en el encuentro que marcará el termómetro del torneo. Les Bleus, que este domingo visitará a Italia, sabe que depende de sí mismo y está con sed de revancha.
Lo mejor del partido
Gales: Blair Murray; Tom Rogers, Max Llewellyn, Ben Thomas y Ellis Mee; Gareth Anscombe y Tomos Williams; Tommy Reffell, Taulupe Faletau y Jac Morgan (capitán); Dafydd Jenkins, y Will Rowlands; WillGriff John, Elliot Dee y Nicky Smith.
Entrenador: Matt Sherratt.
Cambios: PT: 18: Gareth Thomas por Smith (temporario). ST: 12´ Henry Thomas por John y Jarod Evans por Anscombe, 16´ Aaron Wainwright por Reffell, 21´ Gareth Thomas por Smith, 22´ Joe Roberts por Rogers, 31´ Teddy Williams por Rowlands, 33´Evan Lloyd por Dee
Suplente: Rhodri Williams.
Irlanda: Jamie Osborne; Mack Hansen, Garry Ringrose, Robbie Henshaw y James Lowe; Sam Prendergast y Jamison Gibson-Park; Josh van der Flier, Jack Conan y Peter O’Mahony; Tadhg Beirne y Joe McCarthy; Thomas Clarkson, Dan Sheehan (capitán) y Andrew Porter.
Entrenador: Simon Easterby
Cambios. ST: 0´ James Ryan por McCarthy, 3´ Ryan Baird por Conan, 8´ Finlay Bealham por Clarkson, 11´ Bundee Aki por Ringrose, 30´ Jack Boyle por Porter, 32´ Jack Crowley por Hansen, 34´ Gus McCarthy por Sheehan, 38´ Conor Murray por Gibson-Park
Primer tiempo: 7´ gol de Prendergast por try de Conan (I), 20´ penal de Prendergast (I), 22´penal de Anscombe (G), 34´ penal de Anscombe (G), 42´ gol de Anscombe por try de Morgan (G). Resultado parcial: Gales 13-10 Irlanda.
34´ roja de 20 minutos a Ringrose (I)
Segundo tiempo: 3´ try de Rogers (G), 8´ penal de Prendergast (I), 15´ try de Osborne (I), 26´ penal de Prendergast (I), 29´ penal de Prendergast (I), 37´ penal de Prendergast (I)
Árbitro: Christophe Ridley (Inglaterra)
Estadio: Principality Stadium, Cardiff
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