A mi me tocó llevar la foto de don Osorio. Para esta fecha la mayoría de las veces cae en un día frío y el calor se lo da la lucha. Este 24 de Marzo hacía mucho frío pero no podía quedarme en casa cómodo, como si afuera no estuviera pasando nada. El límite es la indiferencia. Volviendo a la foto de don Osorio, me di cuenta que tenía un poco de tierra y es que para este día la memoria se desempolva y resurge en las calles.
En un contexto de un gobierno democrático con decretos ilegales, las políticas económicas de Martínez de Hoz y el plan Cóndor pareciera resurgir y sobrevolar como una guerra fría.
Hernán que venía de un miércoles movido por la gran convocatoria de les jubilades aquí en San Rafael, se volvía a asombrar por la gran participación que estaba teniendo en esta oportunidad la marcha. En su cara y en sus gestos transmitía su orgullo de marchar continuamente desde hace 42 años bajo las mismas consignas; Memoria, Verdad y Justicia.
Contrariamente a lo que ha sido siempre el pueblo, donde la expresión ha sido “acá no pasa nada, la gente en San Rafael no es de manifiestarse”, “El Viejo”, como a mi me gusta decirle cariñosamente, resalta la creciente movilización de los jóvenes y la necesidad de prepararse para futuros cambios sociales. Enfatiza en la importancia de construir un partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) fuerte y organizado para liderar posibles revueltas, demostrando así que San Rafael está experimentando una transformación activa.
La Lechuga, yo le digo la Lechu, cuando llegó a la marcha también se sorprendió por la cantidad de gente. Me decía que sentía ese aire de espíritu renovado de la resistencia y la unidad. Lo veía tanto en la convocatoria del miércoles pasado, como en la de este mismo lunes; la diversidad en la participación tanto de docentes, estudiantes, trabajadores precarizados y les jubilades, lo que indica un creciente descontento social con las políticas actuales. Y me decía que notaba el contraste de esta movilización con la actitud de los sindicatos tradicionales y el peronismo, por su complicidad con el gobierno actual. La Lechu pone énfasis en la necesidad de construir una oposición consecuente y una alternativa política que surja de la organización popular, en lugar de depender de figuras capitalistas.
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La Jose no se olvida de los desaparecidos en democracia, marcha por los del ´76 y por los de ahora, entonces me recuerda a Facundo Castro, desaparecido a principio de la pandemia por la policía bonaerense, a cargo de Sergio Berni, otro cómplice de la dictadura.
Mientras caminábamos, al canto de “A los milicos los salvaron sus amigos, la democracia Peronista y Radical. Pero cuidate milico genocida, de la lucha obrera y popular!!!”,
algunas personas que pasaban por al lado nuestro, habían construido cámara gigantes con en nombre de Pablo Grillo y la Jose me decía justamente que todo el tiempo iba pensando en este hecho aberrante de que un gendarme le disparara a un fotógrafo en la gran manifestación hace unas semanas atrás en el Congreso de la Nación. Por tanta injusticia y tanta impunidad desde el Golpe Militar hasta el día de hoy, es que se hace imprescindible salir a marchar.
Me metí tanto en cada uno de sus relatos y sentires, que cuando quise acordar ya estaba dejando el cartel de don Osorio en el monumento a la Memoria. Ya no tenía tierra, ni polvo. Parece que las palabras y sobre todo, el ejercicio de La Memoria habían hecho ya su trabajo. Nos miramos a los ojos y creo que los dos sentimos la tranquilidad de que por hoy la tarea estaba cumplida.