En diálogo con Canal E, el analista político Gustavo González sostuvo que el reciente encuentro entre Milei y diputados fue una estrategia electoral para garantizar que el Congreso no revierta sus vetos.
Una jugada política en clave electoral
«Todo lo que se haga se hace en clave electoral«, afirmó el entrevistado, quien explicó que el encuentro en Olivos con empanadas, lejos del asado celebrado tras la aprobación de la Ley Bases, tuvo un objetivo claro: asegurar respaldo parlamentario ante posibles rechazos a los vetos presidenciales.
«No juntó a todos los diputados que necesita, sino algunos representativos«, sostuvo el analista, quien destacó que la movida responde tanto a un juego institucional como a una estrategia electoral de cara a Buenos Aires.
González remarcó que “el Presidente tiene que acordar no solo con el PRO, también con parte del radicalismo e incluso, a veces, con sectores del peronismo”. Según explicó, en este contexto es clave contener a posibles «discolores«, es decir, diputados que podrían votar en contra de los intereses del oficialismo.
Uno de los casos que mencionó fue el de María Eugenia Vidal: «Se está desprendiendo del acuerdo coyuntural del PRO«. Si bien Vidal reconoce el liderazgo de Macri, «parece estar más incómoda con las formas del Presidente que con el fondo«, aclaró González.
El pragmatismo domina la política parlamentaria
Ante la pregunta sobre si el voto legislativo responde más a intereses políticos que a convicciones, González fue tajante: «En el Congreso se juega mucho la mezquindad política y lo pragmático«. Según el analista, los años electorales magnifican estas dinámicas, y el respaldo o rechazo a los decretos tiene mucho que ver con proyecciones personales de los dirigentes.
Sobre los plazos del tratamiento de los vetos, González indicó que «el veto adquiere vigencia en el momento de la firma«, y que sólo puede revertirse con una mayoría de dos tercios en ambas cámaras. “Si la oposición tuviera los números, ya hubiesen convocado para el miércoles de la semana que viene”, agregó.
En este sentido, insistió: «La escena de ayer tiene que ver con que estos vetos no vuelvan atrás«, ya que una insistencia parlamentaria es “mucho más difícil” por los altos requisitos numéricos.
Finalmente, González dejó en claro que la aritmética parlamentaria será determinante: “Si la oposición tiene los números, se reúne mañana mismo y tira atrás el veto. Si no, dilatarán en el tiempo y el veto quedará en ese lugar«.