Se van de la Cancillería dos integrantes de las Fuerzas del Cielo y se pone fin a una larga interna

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Tras una larga interna del oficialismo que golpeó fuertemente a la diplomacia argentina, finalmente se van los dos integrantes de las llamadas Fuerzas del Cielo que le habían intervenido la gestión a la ex canciller Diana Mondino con una agenda ultra conservadora, que perdió ímpetu al asumir el ministerio el empresario Gerardo Werthein.

Quienes se van son la abogada ultraconservadora Ursula Basset que anunció en el Ministerio de Justicia que renunciaba a su puesto de directora de derechos humanos de Cancillería para irse a trabajar con Sebastián Amerio. Cercano a Santiago Caputo, Amerio es el viceministro pero tiene más poder que el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona.

El otro que se va es el llamado Secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, quien nunca quiso en realidad estar en Cancillería hasta que ideó traer al fallecido papa Francisco a la Argentina. Eso no se dio y tampoco con pudo avanzar con su agenda más ligada a ciertos sectores ultracatólicos en un ministerio adonde llegaron decenas de quejas de los otros cultos por falta de atención.

Sotelo es el único candidato que las Fuerzas del Cielo pudieron meter en las listas de la provincia de Buenos Aires. Y si bien el oficialismo sufrió una dura derrota frente al armado del gobernador Axel Kicillof, Sotelo entró como quinto candidato a diputado por la tercera sección, que encabezó el policía Bondarenko.

La pérdida de poder de Basset y Sotelo fue gradual tras la llegada de Werthein al Ministerio. Pero ocurrió tras el fuerte golpe que la Casa Rosada le asestó al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto con los nombres que la abogada y el joven libertario fueron suministrando. De esa manera fueron relegados o castigados diplomáticos que acompañaron a Mondino y los que, curiosamente, también habían sido golpeados por el kirchnerismo al tener una visión más liberal o más institucionalista que ambos extremos.

La secretaria de la Presidencia, Karina Milei, puso a trabajar con Werthein a Luis María Kreckler, embajador senior y convocado al ministerio pese a estar jubilado desde hace dos años. Pese a estar protegido por la hermana del Presidente, el embajador Kreckler -que tras los comicios del domingo último volvió a su puesto de cónsul en San Pablo- se llevó bien con Werthein, a quien conocía desde hace años. Y ambos enderezaron el Ministerio a costa de tenerlo paralizado. Es decir, no se toman casi decisiones, los cargos no se efecvizan -para el caso no hay ni vicecanciller en los papeles- y no se habla con la prensa.

Basset era desde el 14 de marzo pasado, según el Boletín Oficial, Directora de Derechos Humanos de la Cancillería Argentina. Se desconoce quién la reemplazará si Werthein no le pide que se quede. Pero en Justicia afirman que ya anunció su desembarco.

Basset llegó a Cancillería junto a Sotelo para intervenirle la Cancillería a Mondino, y controlar que las votaciones en Naciones Unidas y en general todo el lenguaje emanado del Palacio San Martín fuera contrario a la Agenda 2030 y la perspectiva de género, a pesar de que esto no se correspondía con la legislación interna vigente y los tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía constitucional. Su renuncia representa una victoria del canciller Werthein, que no es partidario de posiciones extremistas que puedan llevar a la Argentina al aislamiento internacional.

Bajo la impronta de Basset en Cancillería, la Argentina, por primera vez en su historia, fue el único país en el mundo en votar en contra de las siguientes resoluciones.

“Derechos de los Pueblos indígenas”: Argentina votó en contra, y EEUU e Israel a favor, de la resolución “Derechos de los Pueblos indígenas”.

“Intensificación de los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas: la era digital”, Argentina votó en contra, y EEUU e Israel a favor.

También bajo la influencia de Basset la Argentina se disoció del Pacto del Futuro (continuación de la Agenda 2030) y del Pacto Global Digital.

Los diplomáticos también recibieron otras buenas noticias en las últimas horas. El titular de la Fiscalía en lo Civil y Comercial y Contencioso Administrativo Federal N°8, Fabián Canda, opinó que debía admitirse la acción de amparo colectivo iniciada por la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), y declarar inconstitucional los artículos 5° y 9° inciso g) del decreto 652/24, a través del cual el Poder Ejecutivo Nacional derogó el artículo 280° de la Ley del Impuesto a las Ganancias (LIG), por cuanto excluía la deducción del “adicional como costo de vida” que perciben los diplomáticos y personal civil que presta funciones en el exterior, y quedó alcanzado por tal tributo. Ahora es el juez el que debe decidir si convierte en definitivo la excepción del pago de ganancias para los funcionarios de la Cancillería en el plus que cobran en el exterior.

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