Diego Martínez ya no está y todas las miradas apuntan a Juan Román Riquelme, está claro. Pero también, a los jugadores. A fin de cuentas, ellos entran a la cancha y toman las decisiones que terminan siendo claves. En ese sentido, como también se le reclama al presidente, hubo poca autocrítica. Y aunque todavía está pendiente la Copa Argentina, la llave que abre la puerta de la Libertadores 2025, el Consejo de Fútbol ya tomó decisiones respecto a dos referentes: difícilmente Sergio Romero y Pol Fernández vuelvan a vestir la camiseta azul y oro. Y en la lista de futbolistas con el ciclo cumplido, hasta podría entrar Marcos Rojo.
Los jugadores tienen claro que Román tiene pocas pulgas. Y si alguna vez bajó del palco y los hizo bajar del micro cuando el técnico era Sebastián Battaglia, lo mismo hará de ser necesario. El sábado, después de hablar con Martínez, tuvo una breve charla con el plantel. Y cuando enfrentó a la prensa, el presidente disparó: «Mañana (por ayer) libre, el lunes entrenan. Mañana, los jugadores tienen el día para pensar, para analizar. Es fútbol”. Pareció un tiro por elevación.
Sólo Edinson Cavani se expresó en el Gigante de Alberdi. El sábado se puso el brazalete de capitán y, tal cual informó Clarín, Román lo quiere como jugador franquicia. Dio la cara tras la derrota ante Belgrano, un ratito antes del portazo del entrenador y previo a la tensa charla de Riquelme con la prensa.
“No estamos encontrando buen funcionamiento y en el fútbol suceden estas cosas y no hay recetas: hay que laburar y agachar la cabeza, ser conscientes del momento que estamos viviendo y de lo que significa eso”, sostuvo.
“No hay mucho misterio, somos responsables de este momento que estamos viviendo”, dijo el uruguayo, en una suerte de mea culpa que no se escuchó de los otros peso pesados del plantel.
El caso del delantero de 37 años, dicho está, es diferente al de Romero, Pol y hasta Rojo. El arquero, que venía en un flojísimo nivel, firmó su salida la tarde del Superclásico, cuando se quiso agarrar a las trompadas con un grupo de plateístas que lo insultó en la puerta del túnel. Con Leandro Brey como garantía, muy a pesar de la derrota en Córdoba, el club avisó que Chiquito tampoco estará contra Argentinos Juniors. Luego, llegará el parate por la fecha FIFA, ¿y después? Nadie puede asegurar que vaya al banco, aunque es una posibilidad. Lo cierto es que el titular seguirá siendo el arquero de la Selección olímpica.
Fernández fue reemplazado por Milton Delgado en el duelo con River y fluyeron los silbidos desde los cuatro rincones de la Bombonera. El pibe fue de la partida ante Belgrano y Pol fue suplente. No ingresó y no es un tema menor. La orden de Riquelme es que no juegue más. Cayó como una bomba que haya hecho pública su decisión de no continuar en el club tras la finalización de su vínculo, que se extiende hasta el 31 de diciembre.
Lo de Rojo es un caso de estudio. Desde su llegada a Boca en 2021, tiene más partidos ausentes que jugados. Apenas disputó 20 de los 45 partidos que duró el ciclo de Martínez. Fue titular en el Superclásico, dejó mucho qué desear y terminó reemplazado en el segundo tiempo. Acusó una molestia en el isquiotibial y ni siquiera estuvo en la lista de concentrados para el choque con Belgrano.
Así como Riquelme no tuvo contemplaciones con Carlos Tevez o Darío Benedetto, tampoco las tendrá con Romero, Pol Fernández ni Rojo en el caso de que termine decidiendo prescindir del zaguero central de 34 años que jugó en Estudiantes, Manchester United y la Selección Argentina.
Las incorporaciones deberán tener un mejor rendimiento. A excepción de Milton Giménez, que mostró su contundencia saltando desde el banco o en reemplazo de Cavani, el resto tuvo claroscuros. Tomás Belmonte, Ignacio Miramón, Agustín Martegani, Juan Barinaga y los lesionados Brian Aguirre y Gary Medel todavía no pudieron ser sobresalientes. Y esta cuenta pendiente está en el saldo negativo de Riquelme.