La cosecha de yerba mate se disparó en el mes de julio y marcó un récord al totalizar 190.032.380 kilos que ingresaron a las industrias para su procesamiento. El otro sector vinculado a la yerba que registró números en verde fue el de las exportaciones, ya que por primera vez en la historia se despacharon 6,5 millones de kilos en un mes y las proyecciones indican que el año cerraría en torno a los 50 millones de kilos.
El dato más sorpresivo fue el brutal incremento en la cosecha, en momentos que el sector industrial paga precios que están por debajo del costo de producción. Los 190.032.380 kilos de hoja verde procesados marcan un incremento del 42% respecto del mes de junio; y de un 8 por ciento respecto del mes de julio del año pasado, que hasta ahora era la cifra más elevada en la historia yerbatera argentina.
Algunos referentes yerbateros explicaron que el incremento en el nivel de cosecha se debe a dos factores: por un lado, el productor necesita hacer caja para afrontar los gastos; y por otro lado a que no se puede dejar de cosechar un yerbal por más de dos zafras, ya que las ramas se ponen extremadamente gruesas y eso dificulta considerablemente la tarefa. “Los yerbateros que el año pasado no cortaron por su disconformidad con los precios que se pagaban, este año tuvieron que levantar la cosecha y ante la disyuntiva de tirar o juntar unos pocos pesos, optaron por lo último”, sostuvo un referente de la producción.
El consumo interno de yerba mate mostró en julio una desaceleración, marcando el peor mes del último lustro. Respecto de julio de 2024 hubo una disminución de 1,34 millones de kilos, pero si se toma los despachos de los primeros siete meses del año, los materos argentinos demandaron un 13% más de yerba. El consumo pasó de 144.481.247 kilos a 161.873.471 kilos.
Hasta acá parece un crecimiento notable ante una economía familiar que cruje, pero la realidad marca que sólo se recuperó lo perdido el año pasado. Según las estadísticas del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) en el período enero-julio de 2023 los molinos comercializaron 162.798.352 kilos.
Donde sí hay un notable crecimiento es en la demanda del exterior. En los primeros siete meses del año salieron del país 30.850.626 kilos de yerba mate. Y en julio los despachos treparon hasta llegar a los 6.562.989 kilos, superando así el récord logrado en agosto de 2024 con 5.288.010 kilos.
Los envíos de yerba mate crecieron casi un 30 por ciento respecto del año pasado y las proyecciones indican que el año cerrará por encima de los 50 millones de kilos.
El negocio de las exportaciones está en muy pocas manos. Y los tres jugadores que se quedan con la mayor parte de ese negocio son empresas radicadas en Misiones. El grupo Kabour, que está instalado en Andresito, acapara el 30 por ciento de ese mercado, seguido muy de cerca por La Cachuera (Amanda) y un poco más atrás la firma Piporé. En cuarto lugar se ubica Las Marías, de Corrientes.
Más allá de las alentadoras cifras, se mantiene la preocupación entre los pequeños y medianos productores por los bajos precios que reciben por la hoja verde. El precio promedio para la materia prima se ubica en los 280 pesos por kilo, pero si se descuentan los costos de cosecha y de corresponsabilidad gremial (aportes para los cosecheros), a un productor le quedan unos 170 pesos por kilo y disminuye a unos 90 pesos si delega el trabajo en los prestadores de servicio (se encargan de la cosecha y el transporte de la yerba hasta los secaderos).
Ante esta situación, la Mesa Asesora Yerbatera presentó este martes en Casa de Gobierno una nota dirigida al gobernador Hugo Passalacqua pidiendo que se declare la “emergencia yerbatera” para los productores. En la nota explicaron que el proceso de desregulación impulsado por el Gobierno Nacional en diciembre de 2023 y la cosecha récord del año pasado provocaron una caída en el precio de la yerba mate, golpeando la economía de 35.000 familias, entre productores y trabajadores rurales.
Sostuvieron que la crisis provocó “caída en la actividad económica de los municipios” y que “a ocho meses de iniciada la cosecha, los precios no han mejorado, obligando a los productores a trabajar a pérdida por segundo año consecutivo”. Y advirtieron que la situación pone al borde de la desaparición a miles de pequeños productores.
El mismo pedido de declaración de la emergencia yerbatera fue entregado al presidente de la Legislatura provincial, Oscar Herrera Ahuad.