Juan Cruz Davancens, el Negrito, tenía 9 años cuando debutó en el campeonato nacional de kartings. Corría contra chicos casi tres años más grandes y se mandó una maniobra “a lo Colapinto”. El chico de General Belgrano iba tercero. En plena curva, cuando el líder se preocupaba por su inmediato perseguidor, se metió por adentro para saltar a la primera posición. A esa altura, era una demostración más de todo lo que podía hacer. ¿Cuánto pudo haber hecho con apenas 9 años? La respuesta es sencilla: en apenas tres años, el joven piloto ganó seis de los siete torneos que disputó (dos regionales, un provincial y 3 nacionales) desde que arrancó a correr. Y ahora acaba de clasificarse a la Grand Finals Rotax 2024, un Mundial de kartings Sub 12 (donde seguirá dando ventaja con su edad), que se corre en el Circuito Internacional de Napoli.
El Negrito no se da cuenta del salto que ha dado desde que se subió por primera vez a un karting. Eso fue a los dos años, cuando su papá, Fernando (el Negro, mecánico, con algunos años cursados en la Facultad de Ingeniería de La Plata), le armó una réplica de la cafetera que él usaba en la Limitada Belgranense, la categoría de su ciudad: “Al principio iba para adelante, a los 3 años ya aceleraba y doblaba solo”.
Pero en la butaca de un karting a correr de manera más o menos formal, se sentó en 2021. Tenía 6 y el papá empezó a llevarlo a entrenar en la categoría Kart Plus de Zárate: “Al principio no daba pie con bola, aceleraba en la pista y daba vueltas. Pero se divertía…”, cuenta Fernando.
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El Negrito Davancens a lo Colapinto
Fueron tres carreras no muy auspiciosas y terminó ese 2021. El punto de quiebre se dio en el verano del 22: “El quería mejorar, ponía ganas, y se sumó a un equipo de competición, donde empezaron a enseñarle. Te arman el box, te llevan a las carreras, le ponen cámaras al karting y te empiezan a llover los datos. Ahí fue aprendiendo a usar la cabeza, a pensar: a veces sos más rápido si frenás que si apretás el acelerador, pero tenés que saber cuándo hacerlo, es todo un trabajo…”, explica Fernando.
Le puso garra el Negrito. Igual que su familia. «Un nene cuando no está entrenado se cansa a las 30 o 40 vueltas», sigue Davancens. Y, durante todo el verano de 2022, viajaron tres veces por semana de General Belgrano hasta Zárate. Se la pasaba arriba del karting y sumaba horas en el simulador mientras su coach le marcaba errores, le corregía la trayectoria en la pista. Y el pibe fue una esponja.
El resultado se vio rápido y prácticamente ganó todo lo que corrió sobre un karting cuatro tiempos de 160 centímetros cúbicos. Ese año, con 7, fue campeón de verano y de invierno en Kart Plus, una categoría en Zárate en la que corrían chicos de hasta diez años.
“A esa edad, dos años menos es un montón. Vimos que con siete les ganaba a los de casi diez, Fue campeón con 8, pero como cumple en octubre, corrió todo el año con siete”, sigue el papá.
A partir de allí, la pregunta fue cómo seguir: “Al ser campeón tan chiquito en Zárate se nos abrieron muchas puertas. Entonces, fuimos a IAME, donde corren nenes de todo el país. Pasamos de una categoría regional (Buenos Aires, Zárate, Baradero) a una nacional. Y ahí fue campeón argentino”.
“Es aguerrido el Negrito, arranca de atrás y va para adelante”, destacan en los boxes de Ibarra Competición, el equipo que lo entrena desde los seis años. En una de las últimas carreras del Campeonato Argentino, uno de los que vio al nene de 9 años desde «el paddock» fue nada menos que Aníbal Colapinto, el papá de Franco.
Y no es casualidad: es que, el flamante piloto de Williams se subió por primera vez a una cafetera en el mismo equipo que hoy entrena a Davancens.
Juan Cruz es fanático de las carreras, se la pasa arriba del simulador y mirando competencias en Youtube y en FOX Sports donde además transmiten sus carreras.
“Le gusta correr, pero no le interesa la mecánica”, destaca Fernando que entró al mundo de los fierros por ese lado. Los Davancens son de linaje fierrero: el abuelo materno, Gabriel Appella (el autódromo de su ciudad, General Belgrano, lleva su nombre), le enseñó todo en su taller además de subirlo a una cafetera de chico, como él lo hizo con su hijo a los dos años.
Ahora, el Negrito se metió en una grande. Ganó la Final Argentina Rotax 2020 en Formosa, enfrentando a pilotos de todo el país, Paraguay, Perú y Uruguay y se clasificó al Mundial de Rotax en Sarno, Italia. Participaron más de 70 pilotos que llegaron por ranking pero serán apenas 8 los argentinos los clasificados en las diferentes categorías que van desde los 9 a los 45 años. El Negrito va a competir en Micro Max.
Más allá del boom por Franco Colapinto, Juan Cruz no sueña con correr en la Fórmula 1: su anhelo es subirse a un TC, como su ídolo, Juan María Traverso.
En el verano de 2024, poco antes de su muerte, el Flaco de Ramallo pasó por una estación de servicio a metros del cruce de las rutas 29 y 41, en General Belgrano, y el pibe pudo conocer a su referente: “Flaco, si te cag…”, abrió el juego el pibe, pícaro. «¡Apretá el freno!», remató con complicidad una de sus frases célebres, el mito del automovilismo argentino.
En la era de Colapinto, Juan Cruz Davancens quiere ir tras los pasos de la leyenda de Ramallo. Vuela alto, sueña y con seis campeonatos ganados con apenas nueve años, se va al Mundial de Automovilismo. «Quiero quedar entre los 10 mejores», sigue rápido y furioso, Juan Cruz, como en la pista. Y quién se anima a pararlo…