La Mona Jiménez es uno de los artistas más importantes de la escena musical cuartetera del país. Sin embargo, recientemente, su imagen acaba de ser ultrajada por lo que parece ser una fanática. Esto es porque una mujer ingresó al Museo del Cuarteto en Córdoba y robó la peluca de un maniquí que rinde homenaje a una de las figuras cordobesas más importantes.
En el video, que fue compartido en redes sociales por Lorena Jiménez, hija de Carlos Jiménez, y se puede ver cómo la mujer se acerca al maniquí, observa a su alrededor para asegurarse de que no haya testigos y luego procede a hacer el acto delictivo.
En ese momento se sube a una tarima para tomar la cabellera de la estatua. Su acción rápidamente se viralizó en las redes causando indignación entre los seguidores del ídolo del cuarteto.
Lo cierto es que el robo de la peluca en el Museo del Cuarteto llevó a la hija de la Mona a que difunda el video en las redes y lance una una advertencia pública. En su publicación expresó su indignación y dejó en claro que, si la responsable no devuelve la peluca antes del lunes, procederá con una denuncia penal.
“Esta mujer robó. Si la conocen y devuelve todo, no se denuncia”, escribió en un mensaje contundente, acompañado de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad. Su postura fue clara: la única manera de evitar medidas legales es que la ladrona restituya lo sustraído.En tanto, a la brevedad, Lorena descubrió de quién se trata gracias a las cámaras de seguridad.
La polémica que enfrentó la hija de la Mona Jiménez
La hija de la Mona Jiménez, Lorena Jiménez, encabezó un show en la noche del sábado cuya consigna era «Milei culiadazo» en Córdoba, una de las ciudades con mayor respaldo al presidente Javier Milei, y generó controversia por la que fue fuertemente criticada.
El festival se llevó a cabo en el boliche Casa Babylon, en la zona del Abasto de la ciudad de Córdoba. La multitud criticó al presidente y a la vicepresidenta Victoria Villarruel. El lugar además tenía varias postas alrededor del escenario principal, con consignas bastante particulares. «Beboteá desde el sillón de Rivadavia», era una de ella.
Embed
Lo que se lee ahora