El consumo masivo sufre su mayor desplome en dos décadas: marzo cayó un 5,4%

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El consumo masivo profundizó su retroceso en marzo, con una caída interanual del 5,4% en supermercados y autoservicios, de acuerdo al informe de la consultora Scentia. Este dato confirma una preocupante tendencia en la economía real: es el tercer peor registro en los últimos 22 años, solo superado por los años críticos de 2002 y 2003. Además, marca el 15° mes consecutivo de caída en las ventas.

El dato de marzo se da en un contexto de inflación persistente -el IPC subió un 3,7% según el INDEC- y fuertes aumentos en productos esenciales, como los alimentos, que escalaron un 5,9% en el mes. Estos incrementos erosionaron aún más el poder adquisitivo, afectando especialmente a los sectores medios y bajos.

Pese al derrumbe, el informe remarca que la velocidad de la caída comienza a desacelerarse. En enero y febrero las bajas fueron del 10,6% y 9,8% respectivamente. Así, el acumulado del primer trimestre de 2025 refleja una contracción del 8,6%.

Una de las diferencias en marzo estuvo en el comportamiento de los canales de venta. A diferencia de los meses anteriores, los comercios de cercanía -almacenes, autoservicios chinos y de barrio- tuvieron una merma menor que las grandes cadenas. En ese grupo, las ventas bajaron un 3,7% en términos interanuales, tras haber sufrido un 12,6% de retracción en febrero.

Embed – CONSUMO e INFLACIÓN: los PRECIOS de la FRUTA y la VERDURA

Dentro del universo de productos, solo dos categorías lograron escaparle a la caída: los alimentos básicos (que incluyen más de 50 artículos entre productos de almacén, lácteos y condimentos) y los productos perecederos, que registraron subas del 0,5% y 1,2% respectivamente.

En contraposición, las bebidas fueron las más golpeadas. Las alcohólicas cayeron un 18% y las no alcohólicas un 16%, extendiendo una tendencia negativa que comenzó en diciembre pasado. También se desplomó la categoría de consumo «impulsivo» —golosinas, postres, cigarrillos— con una baja del 15,6%.

Otros rubros que mostraron caídas menos abruptas fueron higiene y cosmética (-3,3%), limpieza del hogar y ropa (-2%) y los alimentos vinculados a desayunos y meriendas (-1,5%).

La situación también es crítica en el canal mayorista. Alfredo Farina, vicepresidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas, advirtió que los aumentos en productos de la canasta básica oscilan entre el 6% y 8%, y que muchos precios seguirán escalando a medida que se renueven los stocks. A esto se suma la presión de tarifas: “La gente está destinando parte del sueldo a servicios, y eso limita el consumo. Todavía hay un atraso del 18% en tarifas, lo que indica que la presión continuará”.

Con salarios que no acompañan la inflación —especialmente los informales, que según Farina están un 30% por debajo del IPC—, las proyecciones son poco alentadoras. Las cadenas de supermercados y el sector mayorista prevén una recuperación recién para el segundo trimestre del año, con la expectativa de terminar 2025 con un alza del 3% en unidades vendidas, aunque el camino todavía luce empinado.

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