La figura de Li Tie, una vez considerado un ícono del fútbol chino, se encuentra en el epicentro de uno de los mayores escándalos de corrupción en el deporte del país asiático. El ex jugador y entrenador fue condenado a 20 años de prisión por recibir y pagar sobornos relacionados con amaños de partidos y la selección de jugadores. Esta condena, dictada por el Tribunal Popular Intermedio de Xianning, marca un hito en la campaña anticorrupción impulsada por el gobierno de Xi Jinping, que ha extendido su alcance al mundo deportivo.
Li Tie, ex DT de China, condenado a 20 años de prisión por corrupción
Li Tie, conocido por su paso por la Premier League en equipos como el Everton y el Sheffield United, llegó a ser considerado una promesa mundial del fútbol en los años 2000. Con casi 100 partidos disputados con la selección de China, fue una pieza clave en la histórica clasificación al Mundial 2002. Sin embargo, su posterior incursión como entrenador estuvo plagada de controversias. Según la acusación, entre 2015 y 2021, Li utilizó sus cargos para recibir más de 50 millones de yuanes (unos 7 millones de dólares) en sobornos. Estos incluyeron acuerdos ilegales para amañar partidos y asegurar puestos en la selección nacional.
La confesión de Li Tie ante la cadena estatal CCTV expuso prácticas sistemáticas de corrupción en el fútbol chino, como la compra de su puesto como seleccionador nacional y la manipulación de resultados deportivos. En sus declaraciones, el ex entrenador expresó su arrepentimiento: «Debería haber seguido el camino correcto, pero en aquel momento ciertas cosas eran prácticas comunes en el fútbol». Estas palabras no solo reflejan su caída personal, sino también las fallas estructurales de un sistema que el gobierno intenta reformar.
El caso de Li Tie no es un hecho aislado. Más de 40 clubes y numerosos dirigentes han sido señalados en investigaciones recientes. Entre ellos, el expresidente de la Superliga China, Liu Jun, y el exsecretario general de la Asociación de Fútbol de China, Liu Yi, enfrentan penas significativas por soborno. Las autoridades chinas buscan erradicar estas prácticas mientras el país se prepara para un posible intento de organizar el Mundial en 2038, con la esperanza de redimir la imagen del fútbol local.
Li Tie fue condenado a 20 años de prisión en China.
A pesar de su legado como jugador, la trayectoria de Li Tie quedó empañada por las decisiones tomadas fuera del campo. Su caso no solo resalta la magnitud de la corrupción en el fútbol chino, sino que también representa una advertencia para quienes ocupan posiciones de poder en este deporte. Con la esperanza de reconstruir un sistema deportivo íntegro, las autoridades han prometido mayor transparencia y control, aunque queda un largo camino por recorrer.
La historia de Li Tie, desde sus días como promesa en la Premier League hasta su encarcelamiento, es un recordatorio de cómo la ambición y las prácticas ilícitas pueden truncar una carrera que prometía ser histórica. A medida que China intenta limpiar su fútbol y revitalizar su liga, este episodio quedará como un símbolo de las reformas necesarias para recuperar la confianza de los aficionados y del mundo deportivo.
Li Tie llegó a jugar en la Premier League.
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