Marcelo Moretti, máxima autoridad de San Lorenzo, reconoció esta noche que la institución «está en una situación casi terminal», luego de que integrantes de la oposición provocaran la interrupción de una asamblea. «Los directivos tuvimos que hacer aportes para regularizar la situación y cumplir con las exigencias legales», afirmó el dirigente de Boedo.
En sus declaraciones, Moretti reiteró: «San Lorenzo está en una situación casi terminal. Muchos dirigentes aportamos dinero. Implementaremos un presupuesto más limitado. Quiero disculparme con los hinchas por este momento deportivo. Llegamos con el objetivo de ordenar el club y construir el estadio en avenida La Plata«.
El dirigente habló momentos antes del encuentro frente a Tigre, en el Nuevo Gasómetro, tras los incidentes ocurridos en la sede ubicada en la calle José Mármol. Allí, un grupo de socios mostró su descontento con la venta de dos juveniles e irrumpió en el Polideportivo Allioni, donde debía realizarse la asamblea. «Esto fue un acto de violencia por parte de la oposición. De todas formas, el partido no está en riesgo», aclaró Moretti.
Mientras se desarrollaba el partido, una gran cantidad de hinchas expresó su descontento con el panorama actual del club, tanto a nivel deportivo como institucional. De cara al próximo año, la dirigencia liderada por Moretti buscará ajustar el número de jugadores profesionales y liberar a aquellos con contratos más elevados.
Un llamado a repensar la gestión en los clubes de fútbol argentino
La crisis de San Lorenzo, con problemas económicos, tensiones políticas internas y descontento de los hinchas, no es un hecho aislado. Es parte de una realidad recurrente en el fútbol argentino, donde muchas instituciones enfrentan dificultades similares. La situación expone la urgencia de replantear modelos de gestión más sostenibles, que prioricen la transparencia, el equilibrio financiero y la planificación a largo plazo, para evitar que el deporte más popular del país caiga en ciclos de inestabilidad.
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