La actividad económica registró en julio una caída del 1,3 por ciento respecto a igual mes del año anterior, otra vez arrastrada por la construcción, la industria y el comercio mayorista y minorista. El fuerte crecimiento de la producción agropecuaria, tras dejar atrás la sequía histórica del año pasado, y el alza de la explotación minera, permitieron amortiguar la baja interanual y habilitar una expansión del 1,7 por ciento en relación a junio pasado, señaló el Indec.
En lo que va del año, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) registró una baja del 3,1 por ciento acumulada. Las estimaciones de caída del PIB para este año se ubican en -3,8 por ciento en el relevamiento de expectativas del mercado del Banco Central, en -4,0 por ciento para la OCDE y en -3,5 para el FMI.
Según el proyecto de Presupuesto 2025, enviado a mediados del septiembre por el Poder Ejecutivo al Congreso, la economía caerá este año 3,8 por ciento, pero tendrá un alza del 5 por ciento el próximo.
Más allá de las estimaciones, el Indec dio cuenta que durante julio el sector agropecuario aumentó 23,6 por ciento, debido a la baja base de comparación que dejó la sequía del año pasado. También aumento 5,7 por ciento la explotación de minas y canteras, alentadas por el litio, el gas y el petróleo, y 3,6 por ciento en la distribución de gas, energía eléctrica y agua.
En cambio, los sectores que generan más empleo y tienen fuerte penetración territorial, siguen en caída libre. En julio hubo mermas del -5,6 por ciento en la industria, del -14,8 en la construcción, del -5,3 en el consumo mayorista y minorista y del -4,5 en lo vinculado a hoteles y gastronomía.
Esos resultados exponen la severa crisis que soportan las mayorías populares, agravada por una inflación que se sostiene en torno al 4 por ciento mensual, con salarios e ingresos que quedaron retrasados frente a la suba de precios. En ese proceso, la escalada de tarifas de luz, gas, agua y transporte, más la desregulación de prepagas y demás servicios, achican el margen disponible para el consumo.
Pese a ello, el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró la semana pasada que «puede haber volatilidad, pero no habrá crisis. Ese riesgo está eliminado». «Cuando explicás, la gente entiende, y cuando entiende, la gente apoya», aseguró, en el 140° Aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario. «A veces se entiende, a veces no, pero seguiremos haciendo el esfuerzo de explicar. Nuestro programa tiene una lógica atrás», agregó.