En River hay universos paralelos con respecto a la mirada sobre Martín Demichelis. Por un lado, del portón de ingreso de la Avenida Figueroa Alcorta hacia adentro, hay tranquilidad con el trabajo del entrenador y el respaldo sigue siendo absoluto. Por otro, hay cuestionamientos por gran parte de los hinchas, que, al parecer, no demuestran tener química con el técnico Millonario. Mientras, Micho se refugia en sus números y mira hacia adelante.
Las críticas se profundizan ante cada decisión del entrenador, sobre todo cuando mete mano para hacer los cambios. Así como se le cuestionó el apuro por las modificaciones ante Boca y la manera en la que el equipo quedó parado tras ir ganando 1-0, del 2-2 con Talleres se le reprochó la postura en el segundo tiempo (muy atrás e el campo de juego) y las modificaciones, en particular la de Andrés Herrera (un lateral) por Rodrigo Villagra (mediocampista central).
Demichelis argumentó su decisión. “No sufrimos dificultades cuando armamos la línea de cinco defensores, de hecho ahí nos acomodamos dentro del mal partido que estábamos haciendo en el segundo tiempo. Volvimos a tener el control y a sentirnos dentro del partido”, afirmó el técnico. Sin embargo, a River le igualaron minutos después de ese cambio.
Las contradicciones que aparecen en las palabras de Demichelis se reflejan luego en el campo de juego. Pasó de cuestionar a Diego Martínez por terminar el Superclásico con 7 defensores a sostener discursivamente su planteo con línea de cinco en el último tramo del partido con Talleres en Córdoba. Para colmo, el DT de Boca expuso que en la semana, Micho le mandó un mensaje para pedirle disculpas por aquellas declaraciones.
A pesar de los vaivenes que sigue teniendo en su andar, Demichelis exhibe tranquilidad. Y los cuatro empates consecutivos no lo perturban. Todo lo contrario. Elige el vaso medio lleno. Y pondera que su equipo no tuvo derrotas en el inicio de este año, como sucedió en 2023 cuando cayó dos veces (ante Belgrano y Arsenal) en febrero. Además, ahora, River acumula 13 partidos sin perder.
“Que no perdamos tiene algo de bueno. En mi primer año, dentro de los primeros cinco partidos habíamos perdido dos veces. Hoy llevamos una seguidilla de partidos sin perder, que te hace un equipo fuerte”, afirmó el cordobés. Y ahí asoma otra cuestión para el debate. ¿Luce River como “un equipo fuerte”?
Demichelis también se ampara en los números de su ciclo. De los 64 partidos que dirigió hasta el momento, ganó 38, empató 15 y perdió 12. Cosechó el 67 por ciento de los puntos en juego. Un número similar al que obtuvo Marcelo Gallardo en la misma cantidad de encuentros.
El nacido en Justiniano Posse es muy adepto a las estadísticas. Y más allá de cuestiones puntuales que suceden en el campo de juego, que hacen exasperar a muchos hinchas, mira mucho los números. No solo para tomar decisiones, sino también para observar el camino a seguir.
Y de esa senda, Demichelis no se desviará. Aun sabiendo que tiene cosas por corregir. Como por ejemplo, que su equipo pueda resistir los resultados cuando toma la ventaja, saber cerrar los partidos o no cometer errores no forzados que tiren por la borda los buenos momentos que logra construir.
Al técnico tampoco lo apartará del camino un traspié en la Copa de la Liga o una derrota en la final con Estudiantes en la final de la Supercopa Argentina si llegara a suceder. El norte está orientado hacia la Copa Libertadores. Y a pesar de las críticas que recibe, Demichelis tiene la confianza y el respaldo absoluto de la dirigencia para encarar el desafío más importante del año.