En un momento en que se ve de reojo al dólar, el mayor logro del Gobierno es que «se cortó de cuajo el proceso hiperinflacionario», afirma en una entrevista a iProfesional Aldo Abram, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
Respecto al precio del dólar y a las alertas de atraso cambiario, este experto considera que para incentivar la liquidación del campo es probable que el Gobierno incremente el porcentaje de acceso al contado con liquidación.
Así, considera que la situación seguirá calma y «debería derivar en una unificación cambiaria, a más tardar, a mediados de año».
-¿Cómo evalúa el desempeño hasta el momento del Gobierno y el impacto que trae en la economía?
-Lo primero a remarcar es que, hace algo más de tres meses, un periodista llamaba a un economista para hablar de cuándo estallaba la hiperinflación. Hace rato ya que esa pregunta desapareció de los medios. O sea, nadie hoy considera que podamos estar yendo a una hiper; aunque es cierto que hay preocupación por la alta inflación.
Esto se debe a que el anterior gobierno venía dándole a la «maquinita» a más no poder, para financiar excesos de gastos por las elecciones, destruyendo el poder adquisitivo del peso. Esa pérdida de valor de la moneda local tarda no menos de cuatro meses en reflejarse en la mayoría de los bienes y servicios, y lo hace en forma decreciente. Por eso es que vimos un pico de inflación en diciembre y, desde entonces, viene desacelerándose porque quedan menos precios que no sufrieron el impacto total de esa caída del valor del peso.
Desde que asumió la actual gestión, se equilibraron las cuentas públicas y no se emitió más para el Tesoro. La cantidad de pesos que tienen los argentinos es levemente más alta que cuando se fueron Fernández-Massa. Por lo tanto, no hay motivo para que haya perdido valor la divisa local. O sea, no se está sumando nueva inflación. Se cortó de cuajo el proceso hiperinflacionario que es la única forma de evitar caer en dicho precipicio.
Aldo Abram, economista de la Fundación Libertad y Progreso, habló sobre dólar, inflación y proyecciones futuras.
Es el mayor logro hasta ahora, pero no hay que pensar que toda la tarea está hecha. Hay que seguir por el actual camino.
-El precio de los dólares libres está estabilizado por encima de los $1.000, ¿qué puede ocurrir con esta referencia y con el TC oficial hasta la liquidación de la cosecha?
-Los picos de los valores alcanzados por los dólares paralelos en el pasado tenían que ver con la destrucción del poder adquisitivo de nuestra moneda, y son propios de un país que va a una hiperinflación. Si eso no es más así, ¿por qué deberían mantenerse esos precios? La lógica es que una menor fuga de capitales y una cierta estabilidad de la demanda de pesos lleve a que los mercados paralelos sean más estables.
Entonces, probablemente, el Gobierno tienda a incentivar la liquidación del campo con un incremento del porcentaje que venden en el «contado con liquidación». De esa forma, el Banco Central puede seguir comprando reservas más baratas, mejorar la cotización de los exportadores y proveer divisas a los mercados paralelos, bajando la brecha. Lo cual debería derivar en una unificación cambiaria, a más tardar, a mediados de año.
-Bajo esa premisa, ¿hay posibilidad de dolarizar?
-Este gobierno recibió un Banco Central absolutamente quebrado. No sólo no tenía reservas propias, sino que estaba usando más de u$s11.000 millones que eran ajenas. Creo que es imposible dolarizar sin dólares. Hoy está mucho mejor. Debe estar usando menos de u$s3.000 millones prestados; pero queda mucho por hacer aún.
De todas formas, estoy convencido que se irá a una dolarización en este mandato del Presidente, porque es su convicción. Eso no necesariamente significará la desaparición inmediata del peso, ya que es probable que luego de fijar el valor del dólar se deje que la gente use la moneda que quiera. Si alguien desea utilizar la divisa local, podrá continuar haciéndolo. No habrá plazo para cambiarlos por dólares.
-¿La inflación seguirá bajando?
-La inflación está desacelerándose porque está reflejando la destrucción del valor del peso que hizo el anterior gobierno y eso lleva tiempo. El pico fue en diciembre, porque al principio impacta en más bienes y servicios, pero, luego, la cantidad que quedan por ajustar es menor y, por eso, la tendencia decreciente. Como este gobierno casi no está emitiendo, no hay una nueva pérdida relevante de poder adquisitivo de nuestra moneda. Por eso, creemos que seguirá bajando y el segundo trimestre ya estaremos en un dígito mensual, descendiendo. La inflación anual estará bien por debajo del 200% que muchos proyectan.
La unificación del precio del dólar podría ocurrir, según el economista Aldo Abram, antes de mitad de año.
-¿Cree que mejorará la situación económica?
-Si se logra dar la señal de que no vamos a continuar por el viejo sendero, la gente empezará a ver mejor el futuro y a gastar un poco más. Es cierto que esto no va a suceder con los que se empobrecieron o perdieron sus empleos, sino con los que aún tienen capacidad de consumo, pero no la usan por miedo. También, las empresas invertirán algo más si ven que el futuro se aclara. Así se inician las reactivaciones, con algunos que ven mejor el porvenir y gastan o invierten un poco más.
Lamentablemente, esto que suena tan sencillo, no depende sólo del Gobierno, sino de una mayoría de la política que, hasta ahora, no se ha mostrado muy dispuesta a atender el mandato de los electores. Esperemos que este pacto al que ha llamado el Presidente Milei conduzca a que se den las señales para generar confianza en un futuro mejor entre los argentinos.-