Melody Rakauskas señaló que «tenía un celular grabando» por si le pasaba algo y enfatizó que el jefe comunal la visitaba custodiado por personas armadas
31/05/2024 – 10:12hs
Melody Rakauskas, la exsecretaria privada de Fernando Espinoza, intendente de La Matanza, a quien denunció por abuso sexual, negó haber llevado una estrategia para llevarlo a la Justicia y le respondió al dirigente social Luis D’Elia luego de que él la acusara de «hacerle una cama» al mandatario local.
«Cuando él va a su casa, ella tenía un dispositivo de cámaras, de grabadores. Y vos decís: ‘¿Y esto qué es?’. Es una cama. La verdad, pobre tipo. Ahí hubo abuso de la mujer. Una mujer que lo espera en su casa, le da la dirección, el tipo la visita y lo que hace es filmarlo, grabarlo», comentó D’Elia al defender a Espinoza.
«No soy Agente 007, ni Espinoza es James Bond«, le dijo a Radio Mitre la denunciante ante los dichos de D’Elia. «Es simple: no tengo cámaras, nunca tuve dentro de mi domicilio. Yo tenía miedo. Lo único que tenía en cada metro de mi casa era miedo, cada vez que [Espinoza] entraba a mi domicilio.
«Tenía presión porque estaba recibiendo a un intendente que se autoinvitaba. Yo tenía un celular grabando por si me pasaba algo. Él venía custodiado por personas armadas, cómo no voy a tener miedo», aseguró para explicar por qué en el expediente hay conversaciones entre ella y el jefe comunal en la oficina o, por ejemplo, del día después en que se habría dado el delito. Y contra D’Elia indicó: «Para ellos es el mundo del revés».
Por otro lado, la mujer indicó que prefiere no «recordar puntualmente» lo que pasó aquella noche en su casa porque le «duele mucho» y reafirmó que su exnovio la acercó al intendente, ya que eran amigos desde hace muchos años.
«Cuando estaba por dejar el país para buscar una mejor posibilidad de vida en el exterior, mi pareja me dice que tenía una sorpresa, que no me fuera. Con la promesa de un trabajo digno, decente, de una mejor calidad de vida, me ofreció este trabajo en el municipio. Yo tenía 32 años», narró.
«Cuando yo renuncio y después de denunciar a Espinoza, mi pareja vino con unos planos. Había 27 hectáreas para hacer un desarrollo, unas casas, como un complejo para que vivieran las personas de la colectividad boliviana y peruana», agregó.
Enseguida, la mujer dio más detalles del ofrecimiento: «Me decía ‘vos tenés que retirar la denuncia, a cambio mirá, acá tenemos 27 hectáreas’». Creo que era algo de 900 millones de pesos de inversión que iba a poner mi pareja, y era una licitación que parecía estar medianamente arreglada si yo retiraba la denuncia. Mi pareja me decía que yo con eso iba a vivir bien de por vida».
Melody afirmó que ese ofrecimiento le pareció «cínico» y que ese mismo día lo echó de su casa y se separó.
En tanto, afirmó no estar segura de si su pareja de ese momento y Espinoza compartían negocios y cuando le consultaron si ese hombre «la entregó» al jefe comunal, Rakauskas aventuró: «Yo creo que tenía bastante claro el propósito por el cual me llevó a ese lugar. Siempre le preguntaba: ‘¿Vos estás seguro de que acá no va a pasar nada?’. Le preguntaba mucho. No me parecía normal. Yo soy de Capital Federal, me parecía raro que me llevase a trabajar a ese lugar, a una zona tan compleja, grande; no me sentía del todo segura, veía que algo no estaba bien. Me preguntaba quién entraba, qué veía; y mi jefe me decía que no respondiera a nada, que mantuviera el silencio, que no le contara nada. Del otro lado tenía la presión de mi pareja que me preguntaba ‘qué viste, quién salió, quién entró’. Me volvían loca».
Por otra parte, también indicó que el intendente la amenazó para que cesara con la causa. «Me dijo: ‘Gordita, si seguís así, tenés los días contados’. Palabras más, palabras menos. Nunca me voy a olvidar de esa frase, me la dijo dentro del municipio, haciendo un abuso total de poder», sostuvo.