De cara al tratamiento de la Ley Bases y el paquete fiscal el próximo miércoles en el Senado, el gobierno de Javier Milei confía en lograr la aprobación en general, pero reconoce que tiene dificultades para evitar el rechazo a la restitución del Impuesto a las Ganancias al tiempo que intenta asegurar el capítulo sobre privatizaciones, aunque ya piensa en un plan B para este tema.
La vicepresidenta Victoria Villarruel convocó a la sesión para las 10:00. Sabe que será un debate largo y muy complejo debido a que los dictámenes salieran con fórceps, luego de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fuera personalmente al Senado para convencer a un puñado de opositores que terminaron firmando el dictamen, pero en disidencia.
En el oficialismo están seguros de contar con los 37 votos que necesitan como mínimo para aprobar los proyectos en general. Se entusiasman con llegar a 39 gracias a la negociación de Francos con los senadores de Santa Cruz, a los que le concedió un aumento en las regalías por minería. No obstante, se perfila un escenario ajustado y el problema para el Gobierno es la votación en particular.
La Libertad Avanza todavía no tiene los votos para aprobar el capítulo del proyecto fiscal sobre Ganancias. «Es un tema en el que hay criterios distintos y no estamos tan seguros», reconoció ante iProfesional una alta fuente del Gobierno, donde entienden que las modificaciones que aceptaron hacer sobre este tema no alcanzaron y saben que ya están en tiempo de descuento.
Ley Bases: ¿qué pasa con Impuesto a las Ganancias y privatizaciones?
La resistencia a votar a favor de este capítulo que restituye el Impuesto a las Ganancias con un piso de $1,8 millones de sueldo bruto para solteros y $2,2 millones para casados sigue centrada en los senadores patagónicos de los distintos partidos, a pesar de que el Gobierno aceptó incorporar un piso salarial diferencial para los trabajadores de esa región.
Con los 33 senadores de Unión por la Patria plantados en el rechazo total a los proyectos, el eventual rechazo de los siete patagónicos que no integran la bancada kirchnerista dejaría este capítulo afuera del proyecto fiscal. Cerca de Francos señalan que tienen «hasta el martes» para seguir negociando y destrabar este punto, aunque están casi resignados a sufrir un revés.
El Senado tratará la Ley Bases el miércoles y en el oficialismo reconocen que sigue complicado el capítulo que restituye Ganancias
Otro tema complicado es el de la privatización de empresas públicas que figura en la Ley de Bases. Los senadores patagónicos también se resisten a votar este capítulo, principalmente por los casos de Aerolíneas Argentinas y el Correo Argentino. El argumento es que «ofrecen servicios que son irremplazables» para la región.
El problema para el oficialismo es que esas empresas forman parte de un mismo listado junto a otras siete, por lo que el eventual rechazo no discriminará a una de otra sino que haría caer el capítulo entero. Si bien el Gobierno es más optimista sobre este punto que sobre Ganancias, pero por las dudas empezó a relativizar su importancia.
Al respecto, las fuentes consultadas por este medio subrayaron que la Ley Bases «establece una nómina muy pequeña de empresas a privatizar» en comparación con la primera versión del proyecto, que abarcaba 41 compañías, y adelantaron que «en el camino irán apareciendo otras». Es decir, no descartan enviar otros proyectos sobre privatizaciones. Y es que, según indican, Milei está decidido a «sacar del Estado todo aquello que se pueda».
Guillermo Francos, con un ojo en Diputados: ¿qué le espera cuando vuelvan los proyectos?
Si alguno de esos capítulos u otros fueran rechazados por el Senado, al oficialismo le quedará como última carta revertir esos cambios en la Cámara de Diputados cuando los proyectos vuelvan. Lo único que podría complicar esa jugada es que el rechazo alcance una mayoría de dos tercios, algo que hoy parece muy improbable.
No obstante, en la Cámara baja hay más dudas que certezas. Una importante fuente del oficialismo aseguró a iProfesional que van a «aprobar las modificaciones» que haga el Senado porque les parece que la mayoría de las que ya fueron acordadas con el Gobierno «están bien», pero se encogió de hombros al ser consultados sobre la posible eliminación de capítulos enteros como el de Ganancias.
«Vamos a mirar bien qué artículo queda y cuál no y ahí vamos a evaluar«, respondió uno de los diputados que espera el regreso de la Ley Bases y el paquete fiscal. Según otras fuentes consultadas por este medio, una vez que el Senado despache los proyectos, consultarán con Francos los pasos a seguir.
La última carta del Gobierno será revertir los cambios no deseados cuando los proyectos vuelvan a Diputados
Sin embargo, el escenario puede ser más complejo de lo que imagina el oficialismo por dos razones. La primera es que el tema de Ganancias y privatizaciones ya fue difícil de acordar en el primer debate y algunos de los cuestionamientos que se hicieron entonces podrían revivir cuando La Libertad Avanza intente rescatar los temas que sea rechazados por el Senado.
La segunda razón es que el clima en Diputados quedó caldeado luego de que la oposición avanzara con el proyecto que modifica la fórmula de movilidad jubilatoria a contramano del plan de Milei y que algunos bloques, en especial la UCR que lidera Rodrigo de Loredo y que encabezó esa iniciativa, se envalentonaron.
La discusión que viene: ¿podrá el oficialismo rescatar en Diputados lo que pierda en el Senado?
En ese contexto, no se descarta que el regreso de la Ley Bases a la Cámara baja abra una negociación nueva en la que se plantee la posibilidad de ratificar las modificaciones que los senadores impongan por la fuerza de sus votos, sin acuerdo del Gobierno. En la oposición dialoguista hay voluntad para que los proyectos avancen porque quieren «terminar de una vez» con un debate que ya lleva seis meses, según comentan, pero igualmente todo es posible.
Las reuniones que mantuvo en los últimos días Francos con distintos gobernadores para firmar el traspaso de las obras públicas a las provincias forman parte de las gestiones y no solo apuntan a la votación que se viene en el Senado, sino también a evitar sorpresas cuando las iniciativas vuelvan a Diputados. No obstante, cuando los proyectos vuelvan desde el Senado todas las miradas apuntarán a la interpretación sobre el procedimiento parlamentario.
La Constitución establece que cuando un proyecto vuelve con modificaciones a la Cámara de origen, ésta puede aprobar esas correcciones o insistir en la redacción original (sin poder introducir nuevos cambios), siempre que reúna la misma mayoría que hubo en la Cámara revisora. Una de las interpretaciones legales sobre este asunto es que debe aceptar o rechazar la totalidad del texto.
Si se impusiera esa lectura, el oficialismo no podría rescatar el capítulo de Ganancias -en caso de que el Senado finalmente lo rechace- sin descartar las otras modificaciones que sí acordó con los senadores opositores que se mostraron más duros en la negociación, algo que podría detonar la relación con los bloques que tienen terminales en ambas cámaras.
En la Cámara baja esperan el resultado final del Senado mientras Francos apura acuerdos con gobernadores para evitar sorpresas
Sin embargo, otra interpretación legal -que fue aceptada por ambas cámaras en 1995- es que cuando un proyecto de ley vuelve con modificaciones, la Cámara de origen puede «aprobar algunas y desechar otras». Este es el camino que intentará tomar el oficialismo para preservar los acuerdos que el Gobierno cerró en el Senado y revertir los cambios que no hayan sido consensuados.
De todas formas el futuro de la Ley Bases y del paquete fiscal empezará a definirse el próximo miércoles en el Senado. A pesar de que todavía es una incógnita lo que harán algunos de los senadores que firmaron los dictámenes en disidencia, el gobierno de Javier Milei se encamina a lograr la aprobación en general e intentará hasta el último minuto evitar derrotas en temas en la particular, en temas como el de Ganancias. En Diputados empezará otro juego y será el último.