La referente del PTS-Frente de Izquierda habló con Matías Colombatti. Se refirió tanto a la proscripción política contra Cristina Kirchner como a los anuncios de represión y espionaje que hicieron la ministra de Seguridad y el presidente.
Miércoles 18 de junio 12:32
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“Nosotros estamos convocando, con mi partido —el PTS en el Frente de Izquierda— y varias organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles, a las 13 horas en el Obelisco para marchar a Plaza de Mayo. Con una convocatoria independiente, pero marcando la necesidad de estar en la calle ante un hecho de estas características. Si alguien dudaba de que el fallo proscriptivo contra Cristina Kirchner era una avanzada antidemocrática, con lo que vimos horas después —con toda la modificación de la ley de la Policía Federal, convirtiéndola directamente en una policía política, o explícitamente en una policía política—, creo que ya no queda ninguna duda hacia dónde va este régimen neolibertador”.
“Hay un intento de humillación, lisa y llanamente. Un intento de humillación hacia una dirigente política. Porque en las causas de lesa humanidad lo que vivimos es algo muy diferente. Y estoy hablando, reitero, de causas de lesa humanidad, de los peores crímenes que se puedan cometer. Por eso son imprescriptibles, por eso llevan penas altísimas, por eso merecen la cárcel efectiva y común. Y, al revés, lo que vemos es que se les dan todo tipo de beneficios: que piden salidas para ir al supermercado el día que tienen la promoción, que otros organizan fiestas y contratan músicos populares por sus 50 años de casados”.
“Salir al balcón me parece que es, como mínimo, un derecho elemental que tiene que ver con las necesidades de un ser humano, ¿no? No tiene por qué estar encerrada todo el día adentro de su casa. Esto de la tobillera también es algo extra, una humillación extra. De aproximadamente 400 —son casi 500— genocidas que hay en detención domiciliaria, solamente unos 80 tienen tobillera. El resto no tiene. No tienen tobillera algunos que intentaron fugarse, o que estuvieron fugados. No tienen tobillera aquellos que han violado la prisión domiciliaria, y los encontraron en la calle haciendo compras como si nada”.
“Las clases dominantes hace mucho tiempo que intentan convencernos —y para eso tienen voceros y voceras muy locuaces en nuestro país— de que los peores crímenes son los crímenes de corrupción, y que son mucho más peligrosos y más graves que los crímenes de contenido político. Los crímenes de contenido político son los que les dan los beneficios que les permiten seguir explotando a la clase trabajadora como lo están haciendo”.