domingo, 6 octubre, 2024
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Las tarifas del terror

Un cliente de Edenor del barrio de Colegiales, en la Ciudad de Buenos Aires, que pagó una factura de 15 mil pesos en febrero pasó a pagar 29 mil en marzo y 90 mil en abril. Estas últimas dos boletas son de la misma medición bimestral, pero la segunda, la de abril, ya contiene el impacto pleno del tarifazo de la electricidad que aplicó el Gobierno desde el 1 de febrero. Otra usuaria, en Villa Lynch, vio crecer la factura de 34 mil pesos en marzo a 119 mil en abril, en la misma medición bimestral, con un consumo de 652 kw. La segunda boleta, la de 119 mil, es la que incluye toda la suba de la tarifa. Un tercer usuario de Edesur, de Lomas de Zamora, pagó 25 mil pesos en marzo y 81 mil en abril.

Los ejemplos se multiplican y causan espanto entre los usuarios residenciales, en especial los del segmento N1, a quienes se quitará todo subsidio, pero también, y si se quiere con situaciones más graves, entre industrias, comercios, clubes de barrio, entidades de bien público y hasta municipios, que al mismo tiempo que sufren por la explosión de las tarifas registran caídas record en los niveles de facturación por la baja del consumo o la morosidad en el pago de impuestos.  

La panadería Santa Marta, un negocio importante ubicado en la peatonal de San Martín, en el conurbano bonaerense, pasó de pagar 403 mil pesos en enero a 1 millón 738 mil en abril. El consumo eléctrico fue prácticamente el mismo, por lo que la diferencia entre ambas boletas es la consecuencia directa del tarifazo. Utilizó 31,09 kW en el primer caso y 29,79 kW en el segundo, incluso un poco menos, pero pagó 4 veces y media más, como se observa en la foto que acompaña la nota. 

La misma proporción de ajuste le llegó a otra panadería, La Rosa, en el mismo barrio, que pasó de pagar 65 mil pesos en marzo a 283 mil en abril.

Al comedor Alza tus ojos, que asiste a personas vulnerables en la zona de Morón, la factura de la luz le subió de 30 mil pesos a 300 mil entre marzo y abril. Diez veces más. Las entidades de bien público, como comedores, clubes de barrio, centros culturales o cooperativas, están a la cabeza de los sectores que más están padeciendo los aumentos porque el Gobierno les quitó la tarifa diferencial.

«Se están dando casos muy fuertes con los clubes de barrio y las entidades de bien público, porque tenían una tarifa especial que no corre más y eso hace que el tarifazo sea muy superior. El impacto es mucho más cruel. La diferencia es abismal«, alerta Fernanda Lacey, de la Unión de Usuarios y Consumidores, quien coordina la comisión que representa a los usuarios en el ente de control del sector eléctrico (Enre).

El Club Deportivo General Mitre, en Migueletes, pagó 612 mil pesos en febrero, 1 millón 217 mil en marzo y espera con angustia la factura de abril, ya con el aumento pleno. A la Sociedad Alemana de Gimnasia le llegó una boleta de Edenor por 1 millón 371 mil pesos en febrero y en el club también hay desesperación por la que tendrá que afrontar en mayo. 

«En la comisión de usuarios también nos enteramos de casos tremendos en las municipalidades por la quita de subsidios. En un distrito importante del conurbano bonaerense pasaron de pagar 5 millones de pesos a 14 millones en marzo y todavía falta la factura de abril. Lo que está ocurriendo es que muchos municipios apagan luces del alumbrado público para ahorrar. En Tres de Febrero es algo que estamos notando en zonas de Caseros y Sáenz Peña», explica Lacey.

Peor que con Macri

El tarifazo de Javier Milei, aunque cueste creerlo, es peor que el que impuso Mauricio Macri al inicio de su gestión, en 2016. Puede costar creerlo porque aquella suba de tarifas fue tan salvaje que hasta obligó a la Corte Suprema de Justicia a salir de su letargo para dar respuesta a los reclamos populares y ordenar una disminución de los incrementos, por considerarlos «desproporcionados y confiscatorios«. Fue ante una demanda del Cepis (Centro de Estudios para la Igualdad y la Solidaridad) por la suba del gas, pero el concepto principal del fallo quedó establecido como mandato para todos los servicios públicos. El máximo tribunal determinó que los ajustes de tarifas deben ser «graduales y razonables«.

¿Y ahora? Te la debo.

Lo que hizo el Gobierno de Milei para superar la irracionalidad de los tarifazos de Macri son cuatro cosas: 

1. Fuerte incremento de los cargos fijos de las facturas. Esto castiga en mayor medida a los usuarios residenciales N2 (bajos ingresos) y N3 (ingresos medios con subsidios), que aunque ahorren en el consumo de luz pagarán boletas más altas que hasta ahora. El cargo fijo es para cubrir los gastos corrientes u operativos de las distribuidoras, pero las empresas presionaron para que exceda esa función, a fin de ponerse a resguardo de la caída del consumo (variable) que ya se está produciendo a causa del tarifazo. Además, en lugar de las 9 categorías de usuarios que había hasta diciembre se achicaron a 6, por lo cual aquellos que consuman de 601 kW en adelante terminarán pagando 30 mil pesos de cargo fijo, independientemente de cuál sea su nivel de consumo.

2. Estableció aumentos de la electricidad todos los meses, con una fórmula que combina la evolución del índice de salarios de los trabajadores formales (Ripte), la inflación minorista y el índice de Precios Internos al por Mayor. El movimiento de los salarios tiene una ponderación del 55 por ciento; los precios mayoristas, del 25, y los minoristas, del 20. Es decir, desde mayo la luz aumentará todos los meses de acuerdo a estos parámetros.

3. Los usuarios que consuman más de 400 Kw pagarán el cargo variable sin subsidios, más allá de su nivel de ingresos.

4. Se dispararon los precios que pagan los usuarios por la generación eléctrica y por la potencia. Esto castiga duramente a comercios e industrias, que están recibiendo facturas que a muchos los saca de la cancha.

Apagar todo

«Esto recién empieza. Normalmente la primera factura uno saca plata de donde no hay y la paga. El tema son las siguientes. Como este aumento es tan agresivo, tan inmoral, en los próximos dos meses vamos a ver un tendal de negocios cerrados«, advierte Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros.

Y aporta ejemplos. Un almacén en Isidro Casanova, La Matanza, vio trepar la factura de la luz de 110 mil pesos a 315 mil. Otro negocio en Boedo pasó de 108 mil a 366 mil. «Acá se nos multiplicó por tres. Pagábamos 77 mil y vino 240 mil«, reporta otro almacén de Morón. En Tigre, fue de 44 mil a 183 mil, según el sondeo que hizo Savore entre sus colegas. «Un comercio en La Plata pasó de 67 mil a 146 mil y ahora le llegó una boleta de 202 mil«, apunta.

«Se acabó la bebida fría», se queja otro almacenero en el chat que comparten los comerciantes de la Federación. «Tal cual, y si no a cobrar por el frío como antes», responde otro.

«Las heladerías, las carnicerías, las granjas y otros negocios que necesitan mucha electricidad están muy mal. Los almacenes tenemos mercadería que lleva refrigeración. Sentimos mucha impotencia. Además, no podemos aumentar el margen en los productos porque no vamos a vender. Es una situación muy angustiante en la que vemos todos los días cómo aumentan los costos y las ventas van para abajo», concluye Savore

Gas, agua y transporte

Otras tarifas reguladas por el Gobierno experimentan alzas igualmente escandalosas. En el caso del gas, las boletas registrarán las subas a partir de mayo, pero ya se sabe que habrá un aumento del cargo fijo de hasta 1000 por ciento (mil, como se lee) y las facturas se multiplicarán por 4 o 5.

En el servicio de agua y cloacas de Aysa, para el área metropolitana de Buenos Aires, el aumento desde este mes es del 209 por ciento.

También subieron el transporte y los combustibles, y lo seguirán haciendo los próximos meses, pero según el relato del Gobierno, la inflación va camino a dejar de ser un problema. Es cierto que muchos no la ven. Debe ser por lo que vale la luz.

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