sábado, 27 julio, 2024
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En plena crisis política, el Gobierno busca evitar un nuevo sacudón en el mercado

De pronto, a Javier Milei se le abrieron varios frentes en simultáneo. Desde las tensiones en el mercado cambiario al rumbo de la inflación, que en las últimas semanas dio muestra de resistencia a la baja. También se mueven las cotizaciones de los bonos, y el riesgo país ya escaló por arriba de los 1.500 puntos. En un contexto de por sí complicado, el escenario político se ensombreció tras la aprobación, en Diputados, de una nueva fórmula para actualizar los haberes jubilatorios.

Acaso, la novedad más brava tiene que ver con el escenario político. El martes, bien entrada la noche, la cámara de Diputados votó por una amplia mayoría una fórmula de actualización de las jubilaciones distinta a la propuesta por el Gobierno que tiene costos fiscales mayores.

Crisis política pone en jaque al plan Caputo: la reacción de los mercados

Según el diputado del PRO, Luciano Laspina, ese sobrecosto sería de unos $200.000 millones anuales.

La reacción de Milei a esa votación fue muy dura: «Cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran romper el equilibrio fiscal, se los digo yo, lo dije antes, lo digo ahora y lo voy a repetir hasta el cansancio. ¡Les voy a vetar todo, me importa tres carajos!», sentenció durante un discurso ante empresarios, durante el mediodía de ayer.

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En plena crisis política, el Gobierno busca evitar un nuevo sacudón en el mercado

El fuerte cruce puede adelantar una crisis política profunda en caso de que, efectivamente, la ley se apruebe tal como está y el Presidente cumpla con su amenaza.

Este duro contrapunto político sorprendió a los analistas, que habían visto con la llegada de Guillermo Francos a la jefatura de Gabinete una poderosa señal a favor de negociaciones y una convivencia pacífica con «la casta».

Al parecer, con Francos no alcanza para sellar esos acuerdos que el mercado considera como imprescindibles para la gobernabilidad.

El mensaje de Milei y Caputo para evitar incertidumbre

El fuerte cruce de Milei y, más temprano, la aparición de Luis Caputo ante empresarios dando fe del camino económico tuvieron el objetivo de enviar una señal contundente a los financistas, ejecutivos y operadores de mercado de que el Gobierno no cambiará el rumbo. Y que la prolijidad de las cuentas públicas sigue como principal objetivo de la macro. Junto con la pelea contra la inflación.

«Lo peor pasó y ya estamos en franca recuperación. La velocidad de dicha recuperación depende de dos factores: de la aprobación de la Ley Bases y segundo, de que podamos convencer a la gente, a los ciudadanos y a los empresarios . La velocidad del cambio y de la recuperación depende mucho más de ustedes, de lo que ustedes creen», aseveró Caputo.

A continuación, el ministro aseguró: «No nos vamos a mover del norte que nos hemos fijado. Lo mejor que podemos hacer es garantizarles el orden macro. Tenemos que lograr convencerlos a muchos de ustedes a que apuesten a este modelo, porque nosotros no los vamos a desilusionar. Si el país arranca y empezamos a crecer, cosa que ya empezó a pasar, vamos a bajar impuestos».

El Gobierno debe pagar

El Gobierno debe cancelar parte del swap con China este mes, pero la compra de dólares del BCRA no crece.

El Gobierno no cosecha dólares del campo y quema reservas

Los últimos registros son preocupantes: el Banco Central bajó el nivel de las compras de reservas. De hecho, ayer volvió a vender -cierto es, apenas u$s1 millón-, pero la verdad es que en plena cosecha gruesa, la autoridad monetaria debería embolsar entre u$s250 millones y u$s300 millones.

La dinámica luce estresante porque, así como van las cosas, el BCRA no podrá asegurar la acumulación de reservas acordadas con el FMI. Esta es la parte del año donde hay que aprovechar para conseguir los dólares que ayudan a pasar el resto de las temporadas.

El escenario podría ponerse más tenso dentro de algunas semanas, cuando venzan casi u$s2.000 millones de swap de monedas con China.

Si Beijing no refinancia ese pasivo, entonces habrá que pagar «cash». No está claro cuál será la actitud del gobierno chino. Ni con este vencimiento ni con el que cae un mes más tarde, de casi u$s3.000 millones.

¿Cuál sería el impacto en los mercados en caso de que el Banco Central tenga la obligación de sacar gran parte de sus escasos dólares para pagarles a los chinos?

En ese caso, acaso todavía no se haya visto lo peor en los mercados durante la era Milei.

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